En 2023, el aumento de los precios de los alimentos afectó también a los productos saludables que se habían salvado relativamente en 2022, lamentó el martes la asociación de consumidores Familles Rurales, que publica cada año un observatorio de los precios de los bienes de consumo cotidiano.
Durante el año pasado, la inflación de los alimentos alcanzó el 11,9% con respecto a 2022, que ya registró un aumento récord, señala la asociación en un comunicado. Pero a diferencia de 2022, “muchos productos saludables para nuestra salud se ven aún más afectados por el aumento medio: el 40,6% para la zanahoria, el 24,8% para la caballa, el 23,2% para la leche semidesnatada, el 21% para el aceite de oliva o el 20,4% para el arroz.
Resultado: para una dieta equilibrada que respete las recomendaciones oficiales del Plan Nacional de Nutrición y Salud (PNNS, 5 frutas y verduras al día, productos integrales todos los días, etc.), una familia de 2 adultos y 2 niños debe gastar entre 539 euros, por una cesta básica con productos menos variados, y 1.297 euros, por una cesta con productos ecológicos, según el estudio. En 2023, “nuestras cestas conformes al PNNS aumentaron más de un 10%, ya sean de precios más bajos, de marcas nacionales o de productos orgánicos”, señala el estudio.
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Para este observatorio, la asociación realizó mediciones de precios de 83 productos de consumo cotidiano en febrero, abril, junio y octubre de 2023 en 153 tiendas repartidas en 41 departamentos. “Todos los alimentos de nuestra cesta han aumentado, pero tres rubros han experimentado una inflación especialmente acusada, superior al 18% en 2023: los productos dulces, las grasas y especialmente los lácteos”, detalla el observatorio.
La asociación señala también la difícil situación en la Francia de ultramar, donde con «ingresos mucho más bajos», la inflación es «tan marcada como en Francia», con «productos que cuestan hasta el doble de caros». «En Francia, 10,8 millones de personas, es decir el 16% de nuestra población, no tienen medios para comer como deberían para gozar de buena salud», lamenta la asociación, que pide a las autoridades públicas un «plan alimentario». incluyendo “una asignación mensual de alimentos, dirigida únicamente a productos buenos para nuestra salud” reservada para las personas que viven por debajo del umbral de pobreza.
La asociación pide también «transparencia de los márgenes y moderación de los claramente excesivos para no comprometer el acceso de los consumidores a productos saludables para su salud».