(Beijing) El embajador de Estados Unidos en China acusó a Beijing de hacer “imposible” fortalecer los lazos entre chinos y estadounidenses comunes y corrientes en una dura entrevista publicada el martes por el Wall Street Journal.
En los últimos años, China y Estados Unidos se han enfrentado por una serie de cuestiones que van desde el comercio y la tecnología hasta los derechos humanos y la guerra de Rusia en Ucrania.
Las relaciones se estabilizaron algo después de que el presidente Joe Biden se reuniera con su homólogo chino Xi Jinping en San Francisco el año pasado, pero persisten las tensiones entre las dos economías más grandes del mundo.
El embajador Nicholas Burns dijo al Wall Street Journal que Beijing estaba tratando de socavar los lazos entre ciudadanos chinos y estadounidenses, intimidando a los participantes chinos en eventos de la embajada y alimentando el fervor antiestadounidense en línea.
Dijo que las autoridades chinas presionaron a los ciudadanos para que no asistieran a 61 eventos públicos organizados por la embajada desde noviembre, e intentaron intimidar a quienes sí asistieron, incluso interrogándolos a última hora de la noche en su casa.
Por ejemplo, según él y otros diplomáticos estadounidenses, un lugar se vio afectado por un corte de energía, cancelándose abruptamente un concierto de la embajada.
“No es sólo episódico. Es la rutina. Es así en casi todos los eventos públicos”, dijo.
Burns también dijo que “no estaba satisfecho” con el nivel de transparencia sobre las motivaciones de un hombre que apuñaló a cuatro profesores universitarios estadounidenses en un parque en el noreste de China este mes.
Expresó su preocupación por los “esfuerzos muy agresivos del gobierno chino… para denigrar a Estados Unidos, para contar una historia distorsionada de la sociedad estadounidense, de la historia estadounidense, de la política estadounidense”.
“Esto sucede todos los días en todas las redes disponibles para el gobierno aquí, y hay un alto nivel de antiamericanismo en línea”, dijo Burns.
La AFP pidió una reacción al respecto al gobierno chino, que no respondió.
Beijing se queja a menudo de que Washington limita los viajes de sus diplomáticos radicados en Estados Unidos y cuestiona o expulsa a algunos chinos con visas estadounidenses válidas.