Cerca de 200 personas participaron el miércoles en una manifestación de apoyo a China y Rusia en Bangui, la capital de la República Centroafricana, cuatro días después del asesinato de 9 chinos en una mina en el centro del país.
La concentración de cerca de 200 personas a la llamada del Frente Republicano, próximo al poder, comenzó por la mañana y finalizó al mediodía al pie del monumento de homenaje a las Fuerzas Armadas (FACA) y sus aliados rusos.
Los manifestantes ondearon banderas rusas y pancartas que proclamaban en particular «Apoyo a China» o «Rusia es Wagner, amamos a Rusia y amamos a Wagner», y depositaron una ofrenda floral frente a la Embajada de China. El domingo, 9 ciudadanos chinos murieron en un ataque a un sitio minero en el centro del país. Se abrió una comisión de investigación mientras que el presidente chino, Xi Jinping, pidió un «castigo severo» para los culpables. «Estamos aquí para compartir el dolor de la población china, que es un socio esencial en la construcción en la República Centroafricana», dijo a la AFP Saint-Clair Banga-Bingui, subsecretario del Frente Republicano.
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Bangui acusa a la Coalición de Patriotas por el Cambio (CPC), una alianza de grupos rebeldes creada en diciembre de 2020 para derrocar al presidente Faustin Archange Touadéra, de estar detrás del ataque. La alianza rebelde rechazó estas acusaciones, señalando con el dedo a los «mercenarios rusos (de la organización paramilitar) Wagner» con la complicidad del gobierno. Al final de la manifestación, el Frente Republicano pagó 15.000 francos CFA (23 euros) a varias decenas de manifestantes por su participación, señaló un periodista de la AFP.
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La República Centroafricana, el segundo país menos desarrollado del mundo según la ONU, es escenario de una guerra civil desde 2013, muy mortífera en sus primeros años pero que ha ido disminuyendo en intensidad desde 2018. A finales de 2020, el más poderoso de los muchos grupos armados que entonces se repartían dos tercios del territorio había lanzado una ofensiva sobre Bangui y Faustin Archange Touadéra había llamado a Moscú al rescate de su empobrecido ejército. Cientos de paramilitares rusos se habían sumado entonces a los pocos cientos que ya estaban presentes desde 2018, lo que permitió repeler la ofensiva de los rebeldes y luego expulsarlos de gran parte de los territorios y ciudades que controlaban, pero sin poder reasentarse en todas partes y permanentemente la presencia y autoridad del estado centroafricano.