Para salir del tope de la crisis que se avecina, Emmanuel Macron ha hecho saber que se niega a disolver la Asamblea Nacional. Y por una buena razón: según una encuesta de Ifop/Fiducial del diario dominical, el jefe de Estado no estaría seguro de tener la mayoría en caso de nuevas elecciones legislativas. Por lo tanto, correría el riesgo de la convivencia. Si la primera vuelta de la votación tuviera lugar el próximo domingo, sería precisamente la Agrupación Nacional la que se alzaría como la gran vencedora, con el 26 % de los votos, un salto de siete puntos respecto a junio de 2022 (19,2 %).
La coalición Nupes estaría en pie de igualdad, ganando también el 26%, pero se estancaría respecto a las últimas elecciones legislativas (26,3%). La alianza de izquierda, cuya fuerza central es La France Insoumise, sin embargo se ha movilizado fuertemente contra la reforma de las pensiones, apoyando en particular la movilización social en la calle, a diferencia de RN. A pesar de ello, es el partido de Marine Le Pen el que consigue sus mejores puntuaciones «en las categorías más hostiles a la reforma, aunque no haya sido en el movimiento social», subraya Frédéric Dabi, director general de Ifop.
Los macronistas llegarían en tercer lugar, con un 22%, una caída de casi cinco puntos respecto a junio (26,9%). En caso de disolución, habría que observar si, en la segunda vuelta, los candidatos de la “mayoría presidencial” se beneficiarían de un frente “anti-RN” o “anti-Nupes” que les permitiera salvarse. asientos. O no.