El impuesto sobre los «beneficios excedentes» de los bancos introducido por Italia se inscribe en un movimiento general en Europa donde «varios países han tomado medidas temporales para redistribuir beneficios excepcionales», juzgó en una entrevista concedida a la Agencia Francia – Prensa el sábado el Secretario de Estado francés en encargado de Europa, Laurence Boone. A principios de agosto, el gobierno Meloni había aplicado un impuesto sobre los «excesos de beneficios» de los bancos, minando la moral de los empresarios.
«Todos los países europeos han vivido circunstancias excepcionales debido al aumento de los precios de la energía o de los tipos de interés, que han inflado los beneficios de las empresas de determinados sectores», reconoce Laurence Boone, ex economista jefe de la OCDE. Con motivo del foro económico organizado por La Casa Europea – Ambrosetti en Cernobbio, a orillas del lago de Como, recuerda el contexto en Francia: «el Ministro de Economía Bruno Le Maire se sentó así en septiembre de 2022 a una mesa con el bancos y acordaron limitar el aumento de las comisiones bancarias al 2% en 2023”.
“En cuanto a las acusaciones de medidas populistas [en Italia], tuvimos debates similares en Francia sobre el aumento de los precios de la energía, que aumentó los beneficios de determinadas empresas, tras la guerra en Ucrania. La Unión Europea ha introducido un impuesto temporal sobre los beneficios excesivos de los grupos energéticos que Francia ha transpuesto a su presupuesto de 2023”, añade Laurence Boone.
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La Secretaria de Estado también compartió su opinión sobre la creación de un frente común de los países del Sur, incluida Francia, para pedir a Bruselas más flexibilidad en el pacto de estabilidad que limita los déficits y la deuda. “La reforma del pacto de estabilidad se decide a los 27 y obviamente estamos hablando con todos. La propuesta que la Comisión Europea puso sobre la mesa en abril garantiza un buen equilibrio entre crecimiento e inversión, por un lado, y la sostenibilidad de las finanzas públicas, por el otro”, afirma.
“Queremos evolucionar a partir de las reglas que existían antes de la pandemia de Covid y antes de la guerra en Ucrania, que difícilmente se aplicarían al mundo en el que vivimos hoy. No tengo ninguna duda de que alcanzaremos un acuerdo a nivel europeo antes de fin de año”, concluye el ex economista jefe de la OCDE.