(París) Los astrónomos han observado cúmulos de estrellas en el Universo tan densos que su masa y su luz desempeñaron un papel clave en la evolución de su galaxia en el momento del amanecer cósmico, según un estudio publicado el lunes en la revista Nature.

«Es impresionante, no vemos nada parecido en el universo local contemporáneo», explica a la AFP Angela Adamo, profesora del departamento de astronomía de la Universidad de Estocolmo.  

El estudio que realizó con un equipo internacional identificó cinco protocúmulos globulares con características notables, en una galaxia enana de las primeras edades del Universo, 460 millones de años después del Big Bang.  

Descubierto en 2018 en imágenes del Telescopio Espacial Hubble, el Arco de las Gemas Cósmicas es el más distante jamás observado, a más de 13.200 millones de años luz de distancia. En plena era de la llamada reionización, cuando la intensa actividad de las primeras estrellas y galaxias iluminará el Universo.  

Este amanecer cósmico es uno de los campos de juego del nuevo telescopio espacial James Webb, que tiene un ojo aún más agudo que el del Hubble. Mientras que este último distinguió un tenue arco de luz roja, el James Webb revela “una galaxia muy joven, con cúmulos de estrellas muy jóvenes en su interior”, según Adamo.

«Es realmente la primera vez que podemos observar este tipo de objetos a esta distancia», y por tanto a una hora tan lejana, explica a la AFP Adélaïde Claeyssens, investigadora postdoctoral en el departamento de astronomía de Estocolmo y cofirmante del estudio.

Esta observación debería ayudar a comprender la “formación de cúmulos de estrellas que todavía observamos en el universo cercano –que ahora son muy antiguos– y su influencia en la formación de galaxias”, añade.  

“En nuestra Vía Láctea vemos alrededor de 170 cúmulos globulares, pero había miles de ellos”, antes de que la expansión de la galaxia los dispersara o dividiera, dice la Sra. Adamo. Sobre todo, los supervivientes del interior del disco de la Vía Láctea pesan poco, con una masa “insignificante” en comparación con todas las estrellas que lo pueblan.  

Por el contrario, los cinco cúmulos de estrellas observados en Cosmic Gems Arc son verdaderos pesos pesados ​​y juntos representan alrededor del 30% de la masa de la galaxia. “Esto nos dice que el Universo es muy diferente”, en aquella época, según el astrónomo.

Muy densos, estos cúmulos de estrellas se concentran cada uno en un diámetro muy pequeño, menos de los aproximadamente cuatro años luz que separan nuestro Sol de su estrella más cercana, Próxima Centauri. «Imagínese que hay un millón de estrellas» en este espacio, dice Adamo.  

Con estrellas masivas en su interior, cuya masa sería entre 5.000 y 10.000 veces la del Sol, según un reciente estudio de la Universidad de Ginebra. “Sabemos que estas estrellas masivas producen mucha radiación” y que, de esta manera, “influyen en cómo las galaxias forman estrellas y en cómo se distribuye el gas alrededor de las galaxias”.  

Del mismo modo, estas estrellas muy masivas, al final de su corta vida, crearon agujeros negros, algunos de los cuales podrían ser los objetos supermasivos que se encuentran hoy en el corazón de muchas galaxias.

Estas observaciones abren “una especie de ventana” a la génesis de las galaxias, según los astrónomos del estudio. Para saber más, necesitaremos encontrar otros cúmulos globulares futuros en el momento del amanecer cósmico y poder estudiarlos con más detalle.  

“El James Webb ayudará a encontrar algunas”, según el profesor Adamo, pero los astrónomos están esperando la llegada del ELT (Extremely Large Telescope) del Observatorio Europeo Austral “para ayudar a comprender los procesos físicos que operan en estas galaxias.  

“Otros cinco años de espera” antes de comprender mejor lo que sucedió hace más de 13.200 millones de años.