El Departamento de Estado de Estados Unidos anunció el miércoles una nueva ola de sanciones contra empresas o individuos rusos o extranjeros que se considera que participan en el esfuerzo bélico ruso en la invasión de Ucrania.
Además de las empresas de defensa rusas, las sanciones se dirigen a unas sesenta personas y empresas extranjeras, en particular chinas, acusadas de «ayudar a Rusia a adquirir componentes clave para la fabricación de armas o programas de defensa», según un comunicado.
«Las sanciones adoptadas hoy pretenden perturbar y debilitar aún más el esfuerzo bélico ruso atacando su industria militar básica y las redes de elusión (de las sanciones existentes, nota del editor) que le ayudan a abastecerse», declaró la Secretaria del Tesoro estadounidense, Janet. Yellen, citada en el comunicado de prensa.
Entre las empresas extranjeras objeto de la investigación, dieciséis son chinas o de Hong Kong, la mayoría acusadas de ayudar a Rusia a suministrar componentes normalmente prohibidos, pero también, dos de ellas, de haber adquirido los materiales necesarios para la producción de municiones. Las sanciones afectan a empresas de otros cinco países: Emiratos Árabes Unidos, Turquía y Azerbaiyán, además de Bélgica y Eslovaquia, dos naciones de la Unión Europea.
Un centenar de empresas rusas, entre las más de 200 también atacadas, operan específicamente en los sectores de defensa, transporte o tecnología. Varias empresas participan en programas rusos de armas químicas y biológicas.
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Finalmente, las sanciones pretenden restringir la posibilidad de desarrollar infraestructuras gasísticas y petroleras rusas, mientras Rusia busca desarrollar aquellas que le permitan exportar más fácilmente sus hidrocarburos a China en particular. Estas exportaciones se realizan actualmente en buques cisterna o buques metaneros, debido a la falta de suficientes oleoductos y gasoductos hacia el este.
Estas sanciones, que también involucran al Departamento de Estado estadounidense, prevén en particular la congelación de los activos de empresas o individuos presentes en los Estados Unidos, así como la prohibición de que entidades o ciudadanos estadounidenses hagan negocios con los objetivos de las sanciones. Los interesados también tienen prohibida la entrada en territorio americano.
Los países del G7, así como la Unión Europea y varios países amigos, como Australia y Corea del Sur, han aumentado las sanciones contra Rusia desde el estallido de la invasión de Ucrania, en febrero de 2022. Estas sanciones tienen como objetivo reducir la capacidad de financiación del gobierno ruso. esfuerzo bélico, sino también su capacidad para adquirir componentes y materiales críticos para su equipo.
También condujeron a la congelación de numerosos activos de líderes rusos clave, líderes empresariales cercanos al poder y de la administración rusa, en particular el Banco Central. Las últimas sanciones se han dirigido especialmente al sector minero, en particular al aluminio, el cobre y el níquel rusos, cuya importación a Estados Unidos y al Reino Unido está actualmente prohibida.