Les défauts de paiement de certains prêts immobiliers commerciaux et prêts à la consommation ont augmenté fin 2023, atteignant des niveaux supérieurs à ceux d’avant la pandémie de Covid-19, a indiqué la banque centrale américaine (Fed) dans un rapport publié vendredi 10 mayo. “El sistema bancario sigue siendo fuerte y resistente. (…) Sin embargo, las tasas de impago de ciertos préstamos inmobiliarios comerciales y ciertos préstamos al consumo han aumentado hasta alcanzar niveles superiores a los de antes de la pandemia”, señala la Reserva Federal en este informe de supervisión y reglamento.

«Los bancos han aumentado sus provisiones para pérdidas crediticias, en previsión de un mayor deterioro de la calidad de los activos», se especifica. “La tasa de impago de los préstamos al consumo superó el 1% por primera vez desde el primer trimestre de 2020, y la tasa de impago de los préstamos inmobiliarios comerciales alcanzó el 0,9%, un máximo de cinco años”, detalla la Reserva Federal.

En cuanto a los inmuebles comerciales, el banco central precisa que “la disminución de la demanda de espacios para oficinas y el aumento de los tipos de interés han tenido un impacto negativo en el rendimiento” de estos préstamos. El desarrollo del teletrabajo ha vaciado las oficinas en las grandes ciudades estadounidenses, que ahora registran una asistencia promedio de la mitad que en 2019. En consecuencia, las tasas de desocupación de espacios de oficina han aumentado. Sin embargo, en 2024 vencerá una cuarta parte de los préstamos contraídos por los propietarios para adquirir estos inmuebles, según cifras de la Asociación de Entidades de Crédito Inmobiliario (MBA). Son 206 mil millones de dólares para refinanciar, en un momento en que las tasas están en su nivel más alto en 20 años.

En cuanto a los préstamos al consumo, la tasa de morosidad “aumentó en 2023 debido a los sectores de tarjetas de crédito y préstamos para automóviles”. Alcanzó el 1,7% a finales de 2023 para las tarjetas de crédito, “su nivel más alto en los últimos cinco años. Además, ha aumentado la proporción de prestatarios que transfieren todo o parte del saldo de su tarjeta de crédito al siguiente ciclo de facturación. En el caso de los préstamos para automóviles, la tasa de morosidad, también en este caso, supera ahora los niveles previos a la pandemia.