La medida ha causado un gran revuelo: por primera vez desde la revolución de la década de 1950, los empresarios cubanos pueden abrir una cuenta bancaria en Estados Unidos y acceder a ella desde la isla. El martes, el gobierno de Estados Unidos anunció cambios regulatorios «para promover la libertad de Internet en Cuba, apoyar a los empresarios independientes del sector privado cubano y ampliar el acceso a ciertos servicios financieros para la población cubana», según un comunicado de prensa del Departamento del Tesoro de Estados Unidos.
El sector privado de Cuba ha crecido significativamente desde que el gobierno de La Habana creó por primera vez una forma legal para las pequeñas y medianas empresas (PYMES) en 2021. Desde entonces se han fundado más de 11.000 empresas privadas, desde tiendas de barrio hasta empresas de transporte y construcción. Y son sobre todo estas PYME de nueva creación las que recientemente han mejorado notablemente la oferta de productos en la isla con sus importaciones.
Las medidas anunciadas el martes permitirán a los empresarios cubanos no sólo abrir cuentas bancarias en Estados Unidos, sino también utilizar plataformas de redes sociales, sitios de pago en línea, videoconferencias y servicios basados en la nube con sede en Estados Unidos. Esto les permitirá, por ejemplo, realizar transacciones financieras a través de plataformas de pago en línea en el futuro, eliminando un obstáculo importante. Las nuevas regulaciones también permiten a los desarrolladores de software cubanos ofrecer sus aplicaciones para descargar en las tiendas de aplicaciones de Apple o Google. Porque esto no ha sido posible hasta ahora debido a las normas de bloqueo de Estados Unidos.
El Departamento del Tesoro de Estados Unidos también está revocando una medida de la era Trump que prohíbe a los bancos estadounidenses procesar transacciones entre Cuba y bancos de terceros países. En el sector bancario, esto se conoce como “transacciones en U”. Esto permite transferencias de dinero para ciudadanos cubanos siempre que el remitente y el destinatario no estén sujetos a las leyes estadounidenses. Sin embargo, esto también significa que la financiación, las inversiones y los pagos deben estar sujetos a la ley. continúan procesándose a través de terceros países: Las transacciones bancarias directas con los EE. UU. siguen prohibidas.
«El apoyo al sector privado cubano ayudará a frenar la migración irregular desde la isla al crear más oportunidades económicas», afirmó el periódico estadounidense Miami Herald citando a un funcionario del gobierno estadounidense. Al redactar las medidas se intentó lograr un equilibrio entre el objetivo de apoyar al sector privado cubano y el deseo de evitar beneficiar a las autoridades cubanas, dijeron a la prensa otros altos funcionarios estadounidenses. Los negocios de empresas estadounidenses con entidades del gobierno o del ejército cubano siguen restringidos. Las empresas cubanas cuyos propietarios tienen conexiones con el gobierno cubano tampoco deberían poder beneficiarse de las nuevas reglas.
Según informes de los medios estadounidenses, el paquete de medidas ahora anunciado por el Departamento del Tesoro estadounidense estuvo listo en septiembre, pero encontró resistencia en el Congreso. Los legisladores republicanos expresaron su preocupación de que no haya libre empresa en la isla porque el sector privado está bajo control gubernamental. La congresista de origen cubano María Elvira Salazar criticó inmediatamente las medidas anunciadas. «La administración Biden ahora está dando acceso al ‘sector privado cubano’ al sistema financiero estadounidense», escribió sobre el aumento de la opresión. El excongresista Joe García, quien aboga por un mayor apoyo al sector privado cubano, elogió la administración de Joseph Biden.
Por su parte, el Ministro de Asuntos Exteriores de Cuba, Bruno Rodríguez, criticó las nuevas regulaciones calificándolas de «limitadas». “No cambian los crueles efectos y la asfixia económica que impone a las familias cubanas la aplicación del bloqueo y la inclusión en la lista de Estados patrocinadores del terrorismo”, escribió en la plataforma X. “Estas medidas tienen como objetivo » dividir a la sociedad cubana.» La Cancillería cubana hizo una afirmación similar en un comunicado oficial. «Una vez más, la decisión del gobierno estadounidense se basa en su propia visión distorsionada de la realidad cubana, separando artificialmente al sector privado del sector público, a pesar de que ambos son parte del sistema económico y de la sociedad cubana en su conjunto», afirmó.
El economista cubano Ricardo Torres, de la Universidad Americana de Washington DC, habla a DW de «medidas positivas» porque se adaptan a «la cambiante realidad de Cuba». Sin duda beneficiará a algunos sectores, como los desarrolladores de software, afirmó Torres. La facilitación de las transacciones financieras también debe considerarse positiva. “Pero una cosa es la intención y otra la práctica”, apunta.
Señala las diversas restricciones que aún existen. Los bancos y empresas estadounidenses querrán protegerse contra posibles demandas legales futuras, ya que no hay certeza de que el futuro gobierno estadounidense mantenga las medidas. Por lo tanto, la implementación en la práctica puede ser muy limitada, cree Torres.
Una joven empresaria habanera, que no quiere ser identificada, pese a su alegría por los anuncios, también reacciona con cierto escepticismo. “Sería un gran paso”, afirma, refiriéndose a la posible apertura de cuentas bancarias en EE.UU. y al uso de servicios de pago online. «Pero veremos cómo va en la práctica. Esperemos y veamos cómo se desarrolla».
Autor: Andreas Knobloch
*El artículo «Estados Unidos se acerca a Cuba: un pequeño paso» está publicado por la Deutsche Welle. Contacta con el responsable aquí.