(Washington) Las ventas minoristas crecieron algo menos de lo esperado en mayo en Estados Unidos, mientras que las de abril se revisaron a la baja, señal de que el consumo se está estancando, entre la inflación aún elevada y las tasas elevadas.
El gasto de los hogares estadounidenses ascendió a 703.100 millones de dólares en mayo, un 0,1% más que en abril, dijo el martes el Departamento de Comercio.
Los analistas prevén un aumento del 0,2%, según el consenso de Market Watch.
Los de abril, que inicialmente se habían anunciado estables respecto a marzo, también fueron revisados a la baja, mostrando una contracción del 0,2%.
Interanualmente, las ventas minoristas crecieron un 2,3%.
En mayo, los consumidores estadounidenses gastaron más dinero en equipos deportivos, instrumentos musicales y libros, así como en automóviles. Sin embargo, su gasto en gasolina en el surtidor ha disminuido, al igual que su gasto en muebles y decoración.
Las ventas minoristas no se ajustan a la inflación.
Esta tendencia volvió a desacelerarse en abril y mayo, tras un repunte este invierno. En mayo se situó en el 3,3% interanual, frente al 3,4% en abril, según el índice IPC, al que se indexan las pensiones.
Esto podría indicar un recorte de tipos en los próximos meses, lo que permitiría a los hogares pedir dinero prestado a un precio más bajo.
Pero el banco central estadounidense (FED) insistió el miércoles, al final de su reunión, en que tendría que observar varios meses de avance de la inflación hacia el objetivo del 2%, antes de considerar bajar los tipos.
Estos, que dictan la evolución de las tasas de interés de los préstamos inmobiliarios, automotrices y de consumo, entre otros, se mantuvieron en el rango de 5,25 a 5,50%, su nivel más alto en más de 20 años.
Y los funcionarios de la Reserva Federal han señalado que esperan sólo un recorte este año.