La fiscal encargada de investigar el caso contra Donald Trump en el estado estadounidense de Georgia admitió el viernes haber mantenido una relación sentimental con un abogado al que había contratado para trabajar en el caso, pero negó cualquier conflicto de intereses.

Para el expresidente estadounidense, acusado en este estado sureño de acciones ilícitas destinadas a revertir los resultados de las elecciones de 2020, la relación entre la fiscal Fani Willis y el fiscal especial Nathan Wade constituye, por el contrario, razón suficiente para que los cargos en su contra sean abandonó.

Pero, en un documento judicial, Fani Willis consideró esta solicitud “infundada” e instó al juez responsable de su examen a rechazarla. Según la fiscal, no existía ninguna relación con Nathan Wade cuando lo reclutó en noviembre de 2021. Este último, actualmente en proceso de divorcio, declaró en un documento judicial que había iniciado esta relación con Fani Willis en 2022, y afirmó tener » no obtuvo fondos ni ganancias financieras personales de su papel como fiscal especial».

Donald Trump, favorito en las primarias republicanas para las elecciones presidenciales de noviembre, se ha declarado inocente en este caso de Georgia. En una publicación en su plataforma Truth Social el viernes, el multimillonario afirma -en mayúsculas- que la declaración de Fani Willis «significa que esta estafa está completamente desacreditada y terminada». Fani Willis propuso en noviembre que el juicio contra el expresidente y sus 14 coacusados ​​comenzara el 5 de agosto de 2024, tres meses antes de las elecciones presidenciales.

Cuatro de los 19 acusados ​​inicialmente objeto de la acusación emitida el 14 de agosto, en particular en virtud de una ley de Georgia sobre el crimen de pandillas organizadas utilizada por el fiscal, ya se han declarado culpables. Fueron condenados a penas reducidas, sin prisión, a cambio de su testimonio en el futuro juicio de los demás acusados. Donald Trump también se enfrenta a varios cargos federales por intento de anular el resultado de las elecciones presidenciales de 2020, en torno al asalto al Capitolio de Washington por parte de sus seguidores el 6 de enero de 2021.

Está previsto que este juicio comience en marzo en la capital estadounidense, pero probablemente será aplazado. El expresidente también fue acusado a nivel federal en Florida, donde se le acusa de negligencia en el manejo de documentos confidenciales tras abandonar la Casa Blanca. Este juicio está previsto que comience el 20 de mayo.