La calificadora Fitch mantuvo el viernes su vigilancia negativa bajo la que había colocado la preciada calificación AAA de Estados Unidos a causa de la crisis de la deuda, y pese a un acuerdo aprobado en el Congreso la noche del jueves. «Si bien la resolución del impasse sobre el límite de la deuda de EE.UU. permite al Gobierno cumplir con sus obligaciones», Fitch mantiene este seguimiento, indicando que está examinando «todas las implicaciones de este último episodio de crisis y las perspectivas de las trayectorias a mediano plazo». del presupuesto y de la deuda”, especifica el organismo en nota de prensa.
Fitch, sin embargo, especifica que «pretende levantar la vigilancia negativa sobre la calificación AAA de Estados Unidos en el 3er trimestre de 2023», juzgando que «la coherencia y credibilidad de la formulación de políticas, así como el presupuesto y la deuda esperados en el medio plazo serán factores clave en nuestra valoración”. La administración del demócrata Joe Biden y la oposición republicana han liderado tensas negociaciones en las últimas semanas para elevar el techo de la deuda y permitir así que la economía más grande del mundo continúe pagando salarios, pensiones, gastos de salud o incluso facturas, y siga endeudándose en los mercados.
Esto permitió evitar un incumplimiento de pago in extremis, mientras que las liquidezes solo permitirían aguantar hasta el 5 de junio. El texto permitirá a Washington honrar sus pagos hasta principios de 2025. Pero para Fitch, estos «repetidos enfrentamientos políticos en torno al techo de la deuda y las suspensiones de última hora (…) reducen la confianza en la gobernanza presupuestaria y sobre la deuda». La agencia de calificación incluso deplora “un deterioro constante de la gobernabilidad en los últimos 15 años”.
Evoca así “una mayor polarización política y partidismo, como lo demuestran las disputadas elecciones de 2020, las reiteradas negociaciones hasta el último minuto sobre el techo de la deuda y la incapacidad para hacer frente a los desafíos presupuestarios”. La calificación de EE. UU. sigue «respaldada por fortalezas excepcionales, incluido el tamaño de la economía, un alto PIB per cápita y un entorno empresarial dinámico», matiza Fitch, mientras que «el dólar estadounidense es la moneda de reserva más importante del mundo, dando al gobierno Flexibilidad de financiación sin precedentes.
Pero, la agencia advierte además, “algunas de estas fortalezas podrían erosionarse con el tiempo debido a brechas en la gobernanza”.