El ex presidente republicano de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Kevin McCarthy, que pasará a la historia como el único presidente jamás sometido a juicio político, anunció el miércoles 6 de diciembre que abandonaría el Congreso en las próximas semanas.

“He decidido dejar la Cámara a finales de este año para servir a Estados Unidos de otra manera. Sé que mi trabajo apenas comienza”, escribió en una columna publicada en el Wall Street Journal, en la que defiende su trayectoria en los pasillos del poder.

Su salida reducirá aún más la estrecha mayoría republicana en la Cámara, luego de la expulsión de George Santos, miembro de su partido, la semana pasada. “Continuaré reclutando a los mejores y más brillantes de nuestro país para postularse para cargos públicos. El Partido Republicano crece cada día y estoy comprometido a poner mi experiencia al servicio de la próxima generación de líderes”, añadió McCarthy, quien fue elegido al Congreso hace 17 años.

“A todos los que me han apoyado a lo largo de estos años (…), gracias desde el fondo de mi corazón. Hemos hecho nuestra parte del trabajo. Y cuando había mucho en juego, aceptamos el desafío. Estábamos dispuestos a arriesgarlo todo (…), cueste lo que cueste personalmente. En pocas palabras, hicimos lo correcto”, dijo en un vídeo en X. En octubre, la caída de McCarthy, de 58 años, fue orquestada por la franja trumpista de su propio bando. Los miembros de este clan ya habían hecho todo lo posible para impedirle convertirse en “portavoz” nueve meses antes. El funcionario electo de California luchó durante 15 asaltos y se tragó más de una serpiente para finalmente ser elegido para el cargo.