La estrella del porno estadounidense Stormy Daniels ofrece, en un documental emitido a partir del lunes, su versión de una supuesta relación sexual con Donald Trump en 2006, una aventura que llevará al expresidente a un proceso penal en Nueva York en abril. La película Stormy de la plataforma de streaming Peacock (grupo NBCUniversal) cuenta la historia de Stephanie Clifford durante casi dos horas, gracias al montaje de entrevistas e imágenes de archivo.
Esta ex stripper y actriz de cine porno apodada Stormy Daniels se convirtió en una celebridad debido a las consecuencias legales y políticas de un breve romance con Donald Trump. Lo que este último niega.
“Cuando conocí a Trump (en 2006), me dijo que nunca querría ser presidente”, dice Clifford en extractos de este documental dirigido por Sarah Gibson y producido por Erin Lee Carr, autora ya de una película sobre la cantante. Britney Spears. “Pero entonces Trump ganó la nominación del Partido Republicano” para las elecciones presidenciales de 2016 y “fue entonces cuando empezó realmente la mierda”, respira esta mujer nacida en Baton Rouge, Luisiana, hace apenas 45 años. “Solo tuve que firmar un papel para permanecer en silencio”, continúa sobre una imagen de un documento que da la orden de transferencia de 130.000 dólares el 27 de octubre de 2016, justo antes de las elecciones presidenciales ganadas por el republicano Donald Trump contra el demócrata. Hillary Clinton.
Después de años de investigación criminal y de la histórica acusación en marzo de 2023 contra Donald Trump, un juez de Nueva York aplazó el viernes hasta mediados de abril su juicio que debía comenzar el 25 de marzo por este caso de pagos ocultos.
El expresidente de Estados Unidos se declaró inocente de los cargos de disfrazar las cuentas de su imperio inmobiliario, la Organización Trump, para ocultar los 130.000 dólares pagados a la señora Clifford, a través del exabogado de Trump que se convirtió en su enemigo del jurado, Michael. Cohen. Según los fiscales neoyorquinos y Stormy Daniels, tuvo que guardar silencio sobre la relación sexual consensuada que presuntamente mantuvo en el verano de 2006 con el hombre que estaría en la Casa Blanca diez años después y que ya estaba casado con Melania Trump.
En este asunto que estalló en 2018, Donald Trump está acusado de 34 fraudes contables punibles con una pena máxima de cuatro años de prisión en los casos más graves.