Se han identificado nuevas fallas en el control de producción del fabricante de aviones estadounidense Boeing y su subcontratista Spirit Aerosystems, informó este lunes la Agencia de Aviación de Estados Unidos (FAA). «La FAA ha identificado problemas de incumplimiento en el proceso de control de fabricación, manipulación y almacenamiento de repuestos y control de producción», dijo en un comunicado.

La auditoría de seis semanas realizada a Boeing y a Spirit Aerosystems, que le suministra fuselajes, puso de relieve «múltiples ejemplos en los que las empresas aparentemente no cumplieron con los requisitos de control de calidad de la producción», precisó la FAA, en una actualización del progreso del proceso. auditoría iniciada tras un incidente ocurrido el 5 de enero. Ese día, un porta gorras de un Boeing 737 MAX 9 de Alaska Airlines se desprendió de la cabina pocos minutos después del despegue.

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En el proceso, todos los aviones de esta configuración quedaron en tierra y el regulador aéreo inició, entre otras medidas, una auditoría del proceso de producción del gigante americano. Este último informó de varios problemas de producción en 2023. Preguntado sobre el informe de situación publicado el lunes por la FAA, Boeing se limitó a hacer referencia a las declaraciones de su jefe Dave Calhoun tras su reunión del 27 de febrero con Mike Whitaker, jefe del regulador.

«Gracias a las jornadas de concientización sobre seguridad, los hallazgos de la auditoría de la FAA y el reciente informe de expertos, tenemos una visión clara de lo que hay que hacer», respondió Dave Calhoun. Confirmó el próximo desarrollo de un plan de acción “con criterios de evaluación que ilustren el cambio profundo exigido por la FAA”. La dirección está «totalmente movilizada para tener éxito en este desafío», añadió.

Durante esta reunión, Mike Whitaker advirtió a los líderes del grupo que Boeing debe comprometerse a realizar “mejoras reales y sustanciales”, indicó la FAA. En particular, el fabricante debe presentar al regulador, en un plazo de 90 días, un «plan de acción integral para remediar sus problemas sistémicos de control de calidad con el fin de alcanzar los estándares de seguridad no negociables de la FAA», precisó Mike Whitaker.

Este plan, añadió, debe incorporar las conclusiones de la auditoría de la FAA así como las recomendaciones de una comisión de expertos independientes cuyo informe fue publicado el 26 de febrero. Este último concluyó que el sistema de seguridad de Boeing presentaba deficiencias, en particular en relación con procedimientos «complejos» que a veces sembraban «confusión» entre los empleados. Emitieron 53 recomendaciones para remediar sus 27 hallazgos insatisfactorios.