¡Bendito pan! La televisión rusa difunde ampliamente imágenes de las protestas contra la reforma de las pensiones, autos volcados, quioscos de periódicos quemados, montones de basura y supuestas “hordas de ratas”. La visión complacientemente difundida del “caos” permite así atacar al “Occidente decadente” colocándolo frente a lo que estos medios llaman sus contradicciones. “Francia apoya las manifestaciones en Georgia pero no las quiere en casa”, araña Radio Sputnik.

En las noticias de televisión, los comentaristas se dieron un festín tratando de explicar el 49.3, una sutileza de “democracia al estilo europeo” que permitió a Emmanuel Macron, dicen, “pasar por alto a los representantes electos”. Ria Novosti incluso afirmó, en el título de un artículo, que los franceses quieren abandonar la OTAN. En 2018, en Rusia, la elevación de la edad de jubilación (60 a 65 años para los hombres, 55 a 60 años para las mujeres) también provocó manifestaciones, que ya no están permitidas. Retomando una reciente encuesta de Ifop según la cual, obliga la inflación, los franceses gastan menos en su higiene personal, la propagandista Olga Skabeeva estimó que «han vuelto a la Edad Media», añadiendo: «Y ahora esta gente que no se cepilla los dientes y no tienen papel higiénico desean una derrota estratégica para Rusia. ¡Vayan a cepillarse los dientes, queridos amigos!”