(Paderborn) Aurélien Tchouaméni y Adrien Rabiot, todavía en fase de convalecencia, no deberían empezar la Eurocopa 2024 con la selección francesa, dos indisponibilidades con graves consecuencias que obligarán a Didier Deschamps a construir un entorno experimental para enfrentarse a Austria el lunes, con N ‘Golo Kanté en el papel de capitán en la vuelta.
Si bien los ‘bleus’ se han librado hasta ahora de grandes problemas físicos a diferencia del período anterior al Mundial de 2022, el técnico debe gestionar la situación de dos de sus pilares en el centro del campo, lejos de estar al 100% a la hora de iniciar la preparación para la Eurocopa.
Tchouaméni está afectado en su pie izquierdo desde principios de mayo y no pudo participar en la 15ª Liga de Campeones del Real Madrid el 1 de junio en Londres. En cuanto a Rabiot, se salva por fatiga muscular y dolores en las pantorrillas.
Los dos franceses son así los únicos jugadores de campo que no han tenido minutos de juego durante los dos partidos amistosos que precedieron a su llegada a Alemania el miércoles, contra Luxemburgo (3-0), el 5 de junio en Metz, y en Canadá (0-0). ), 9 de junio en Burdeos.
Deschamps nunca pareció preocupado por la evolución de estos dos elementos significativos y su recuperación parece incluso inminente. Rabiot debería reanudar los entrenamientos colectivos el miércoles, mientras que también se espera el regreso de Tchouaméni al campo en breve.
“Todo va bien, debería regresar a una sesión colectiva alrededor del 14 (de junio), ese es el plan. Pasa las etapas con normalidad”, explicó el domingo el técnico francés.
Pero a pesar de esta relativa buena noticia, el plazo será muy corto para poder conservar sus plazas el lunes en Düsseldorf contra Austria para la entrada de los Bleus en la Eurocopa, lo que obligará a Deschamps a jugar en el medio mientras espera su entrega. en pie de igualdad. En una situación nada ideal desde el Mundial de Qatar 2022, Francia ha confiado con éxito en el trío Tchouaméni-Rabiot-Griezmann.
Con la convocatoria de Kanté tras dos años de ausencia, el técnico espera haber solucionado parte del problema. Jugador experimentado, uno de los principales artífices del título mundial en 2018, el jugador de 33 años demostró durante los dos partidos de preparación que no había perdido nada de su masacre a pesar de su exilio dorado en Arabia Saudita (Al-Ittihad).
“Kanté sigue al mismo nivel, es un potencial titular. Demostró que tenía el nivel que siempre ha tenido y que estaba en plena posesión de sus medios”, dijo Deschamps el domingo.
Sus compañeros también están asombrados, como el defensa Jonathan Clauss.
“En el campo creo que hay dos, uno que corre y otro que juega al fútbol. Me impresiona su volumen de juego y su inteligencia. Es capaz de jugar dos posiciones al mismo tiempo”, afirmó recientemente el marsellés.
Kanté asegura que tiene “buenas sensaciones” y se siente “capaz de desempeñar (su) papel en esta Eurocopa”.
La pregunta es más bien quién será el responsable de acompañarlo en el medio. Youssouf Fofana, mucho más ventajoso en la selección de Francia que Eduardo Camavinga, una vez más decepcionante ante Canadá, sostiene la cuerda. Pero la experiencia sobre el terreno de juego de la pareja Kanté-Fofana, que no supera los 64 minutos, necesariamente plantea interrogantes.
A esta falta de automatismo se suma el nuevo posicionamiento de Griezmann, que se mostró más cercano a Kylian Mbappé durante los dos encuentros de preparación. Lo que quita un toque de creatividad al corazón del juego y aísla a la pareja de perros perdigueros.
“A veces, la alta posición de Antoine lo hace menos disponible en la zona de construcción. Que se puede pasar a la fase final, sí, pero hay que poder hacer correcciones y ajustes. Esto será parte de la reflexión”, explicó Deschamps.
Sin Tchouaméni ni Rabiot, la recomposición del centro del campo ante Austria ha seguido dando dolores de cabeza al técnico.