Los clientes industriales de Hydro-Québec no están contentos. Han heredado lo que parece ser la peor noticia en el proyecto de ley de energía del Ministro Pierre Fitzgibbon. Se ha eliminado la congelación que protegía parcialmente a la tarifa L del aumento anual de Hydro-Québec.
«Esto es muy preocupante para la futura competitividad de nuestras empresas», reaccionó Jocelyn Allard, presidenta de la Asociación de Consumidores Industriales de Electricidad de Quebec.
Los mayores clientes industriales de Hydro-Québec temen pagar caro el deseo del gobierno de aumentar significativamente la producción de electricidad para atraer inversiones en el sector de las baterías y en la transición energética.
En 2014, el gobierno de Quebec decidió salvar parcialmente la tarifa industrial de los aumentos anuales de Hydro-Québec para mantener la competitividad de estas grandes empresas cuya competencia es internacional. De este modo, una parte importante, alrededor del 70 por ciento del componente energético del Arancel L, quedó protegida de los aumentos arancelarios. Es esta protección la que el proyecto de ley suprime y que aumentará significativamente la tarifa L a partir de 2026.
“Todo el mundo va a pagar más, pero aquí estamos dando un duro golpe a la gran industria”, señala Jocelyn Allard.
El portavoz de los consumidores industriales también se alegra de que el gobierno devuelva a la Régie de l’énergie la responsabilidad de fijar las tarifas de Hydro-Québec. Sin embargo, le preocupa que Hydro-Québec ya no esté obligada a convocar licitaciones para sus nuevos suministros energéticos.
Esta libertad adicional concedida a Hydro-Québec es quizás necesaria para aumentar más rápidamente la producción de electricidad, pero también plantea interrogantes, según Pierre-Olivier Pineau, profesor y titular de la Cátedra de Gestión del Sector Energético de HEC Montreal. “Tenemos que ir rápido, pero queremos ir rápido sin saber quién lo pagará”, subraya.
El gobierno está anunciando un plan de gestión de recursos energéticos, pero mientras espera el plan, avanzará inmediatamente con un aumento de 60 teravatios-hora en el suministro de electricidad. A Pierre-Olivier Pineau le hubiera gustado que el proyecto de ley diera menos espacio al aumento de la producción y más espacio a la sobriedad energética.
El portavoz del Reagrupamiento de Organismos Medioambientales en Energía, Jean-Pierre Finet, se declara desagradablemente sorprendido por elementos del proyecto de ley que pasaron desapercibidos.
Según él, este cambio abre la puerta a la exportación de hidrógeno verde fabricado con electricidad quebequense. “TES Canadá podría exportar hidrógeno producido en Shawinigan a Alemania, donde su empresa matriz está construyendo una terminal”, ilustró.
El plan integrado de recursos energéticos anunciado sin el proyecto de ley es muy bien recibido. La Asociación de Productores de Energías Renovables de Quebec cree que «dirigirá las energías adecuadas al lugar adecuado».
Su presidente, Luis Calzado, reitera su preocupación por el lugar de los productores privados en el futuro desarrollo eólico, que Hydro-Québec ha decidido controlar. Quiere examinar más de cerca los artículos del proyecto de ley que se refieren al suministro «porque, desde la presentación de la estrategia eólica de Hydro-Québec, los productores independientes están preocupados por el lugar que se les dará en la realización de grandes proyectos eólicos». .