Según Motorsport, el director general de la F1, Stefano Domenicali, pidió disculpas a los equipos tras los diversos fallos ocurridos durante el último Gran Premio de F1 presentado en Montreal.
Los puntos conflictivos obviamente no dejaron de aparecer en los titulares fuera de las pistas. La revista especializada cita en primer lugar una interrupción de la comunicación entre el circuito y la policía, que impidió a los miembros del equipo y a los espectadores acceder al lugar el viernes y el sábado.
De hecho, las autoridades han bloqueado algunos puntos de acceso debido a la congestión en la isla de Notre-Dame.
Entre otras cuestiones planteadas se encuentra la inundación de determinadas unidades de recepción y zonas de transmisión de televisión durante el episodio de fuertes lluvias y granizo. Los estacionamientos VIP también se transformaron en piscinas de barro por la lluvia.
A esto hay que sumarle la mala información transmitida por el STM de que los entrenamientos libres del viernes habían sido cancelados por lluvia. Otro punto de discordia: los aficionados que invadieron la pista tras el final de la carrera, al parecer un tema recurrente.
Motorsport aclaró que el promotor Octane recibió críticas de la FIA. En particular, se le pide que revise la gestión de los puntos de acceso y mejore los potreros y determinadas infraestructuras, entre otras cosas.