Este sábado por la mañana, Francia expulsó a Rachid Aït El Hadj, de 48 años, condenado en 2007 por actos de terrorismo y luego privado de su nacionalidad francesa, indica una fuente policial en Le Figaro. Según nuestra información, el hombre seguía en contacto constante con el movimiento yihadista.
En 2007, este individuo de origen marroquí, que creció en los barrios obreros de los suburbios del oeste de París, fue juzgado junto con otros cuatro acusados por “participación en una asociación criminal con vistas a preparar un acto terrorista”. Fueron juzgados en particular por sus vínculos con miembros de un grupo yihadista responsable de los atentados en Casablanca (Marruecos) el 16 de mayo de 2003. Esta serie de atentados contra restaurantes, hoteles y locales de una asociación judía causaron 45 muertos, entre ellos tres franceses, y alrededor de un centenar de heridos. Tenían entonces entre 38 y 41 años y recibieron sentencias que oscilaban entre seis y ocho años de prisión.
Todos fueron liberados entre 2009 y 2011, pero varios continuaron preocupando a los servicios de inteligencia. Rachid Aït El Hadj es, pues, sospechoso de haber tenido vínculos con Sid Ahmed Ghlam, autor del fallido atentado contra una iglesia en Villejuif, así como con Larossi Abballa, autor del atentado en Magnanville, en el que murieron los agentes de policía Jean-Baptiste Salvaing y su compañera, Jessica Schneider, fue asesinada. Por lo tanto, en 2015, todos ellos fueron privados de la nacionalidad francesa, a pesar de un recurso ante el Consejo de Estado.
A pesar de todo, Rachid Aït El Hadj seguía en territorio francés. Por tanto, el 22 de marzo, el prefecto de Yvelines dictó una orden de expulsión. El interesado fue detenido la madrugada de este sábado por la policía de fronteras. Según nuestras informaciones, su avión con destino a Marruecos despegó al mediodía.