(Montreal) Los restos del barco hundido del famoso explorador polar británico Ernest Shackleton, a bordo del cual murió de camino a la Antártida, fueron encontrados frente a las costas de Terranova y Labrador, anunció el miércoles un grupo de investigadores.

A 390 metros de profundidad, el Quest es “un barco de gran importancia histórica”, dijo John Geiger, director ejecutivo de la Real Sociedad Geográfica Canadiense, a cargo de la expedición.

Ernest Shackleton entró en la leyenda de las expediciones polares gracias al épico viaje que emprendió con sus 27 compañeros, a pie y en canoa, tras el hundimiento de su barco, el Endurance, en los mares helados de la Antártida en 1915.

Durante meses, la tripulación sobrevivió en el témpano de hielo y luego en una isla helada en la Antártida. Se salvarán gracias al atrevido viaje de Shackleton, que partió en una canoa con unos pocos compañeros en busca de ayuda.

El descubrimiento del Quest marca «uno de los últimos capítulos de la extraordinaria historia de Sir Ernest Shackleton», afirmó John Geiger en una rueda de prensa, añadiendo que el velero y el barco de vapor fueron encontrados el domingo utilizando un sonar.

“Los restos del naufragio coinciden con lo que sabemos sobre el naufragio y está en el lugar correcto donde no hay otros naufragios como este. Esto nos permite decir con total confianza que este es efectivamente el Quest”, explicó el cazador de pecios y miembro de la expedición David Mearns.

En las imágenes de sonar, el barco parece prácticamente intacto, descansando verticalmente sobre su quilla. Uno de sus dos mástiles está roto y descansa sobre el fondo del mar.

Siete años después del episodio del Endurance, el 5 de enero de 1922, el explorador murió de un infarto a los 47 años a bordo del Quest, anclado frente a la isla de Georgia del Sur, en el Atlántico Sur. Iba camino de su cuarta expedición.

El Quest fue utilizado posteriormente para otras expediciones, para rescates en el Ártico y por la marina canadiense durante la Segunda Guerra Mundial, antes de hundirse en 1962, dañado por el hielo frente a la costa de Terranova. Todos los miembros de la tripulación noruega sobrevivieron.

Está prevista otra expedición a finales de este año para fotografiar y documentar más a fondo los restos del naufragio.