Las nubes se están acumulando sobre la plataforma de entrega Frichti, que se encuentra en suspensión de pagos desde mayo pasado. Cerca de 200 mensajeros afiliados a la plataforma se preparan para acudir al tribunal laboral de París por «trabajo ilegal y encubierto». Junto con Le Figaro, el abogado de los demandantes, el maître Kevin Mention, afirma tener «múltiples pruebas de que el estatuto de empresario del automóvil, del que se supone que disfrutan los repartidores de Frichti, es en realidad artificial». Según la defensa, la plataforma también emplearía a muchos repartidores «indocumentados», en particular subsaharianos.

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No es la primera vez que acusaciones de este tipo salpican la plataforma francesa. En junio de 2020, el diario Libération reveló las prácticas ilegales de la plataforma, en particular el empleo de numerosos trabajadores indocumentados que trabajan por cuenta propia. En respuesta, Frichti rescindió los contratos de casi 200 trabajadores irregulares, provocando una movilización social sin precedentes entre sus correos. Al final del conflicto, a la mitad de ellos se les ofreció un procedimiento de regularización mediante un recibo emitido por la jefatura de policía de París. Los demás repartidores permanecieron en el suelo.

Desde entonces, la plataforma ha pasado de mano en mano, en función de la reestructuración del sector. Adquirida por el grupo alemán Gorillaz en 2022, pasó a formar parte del bolso de Getir el mismo año, tras la adquisición de Gorillaz por parte del grupo turco. Los dos actores, liquidados el pasado mes de junio, han desaparecido de las ciudades francesas. Sólo Frichti obtuvo una suspensión de pagos, ya que el Tribunal de Comercio de París decidió prorrogar su procedimiento de administración judicial hasta principios de octubre.

Según Kevin Mention, este empate no ha cambiado las prácticas de la plataforma. «Frichti todavía emplea a trabajadores indocumentados», sostiene. El abogado recuerda que la «tienda oscura» entró en el punto de mira de la Inspección de Trabajo en 2020, tras el informe del senador socialista Olivier Jacquin. Este último había denunciado el «trabajo encubierto mediante la ocultación del empleo asalariado», así como el «empleo de extranjeros no autorizados a trabajar» vigentes en la plataforma.

Kevin Mention, abogado destacado de las víctimas de la «uberización», ya cuenta con varias victorias en su haber, incluidas las condenas de las plataformas Deliveroo y Foodora por «trabajo oculto» en 2022. Espera que la acción colectiva interpuesta contra Frichti le permita volver a establecer la culpabilidad de la plataforma y abrir la puerta a una regularización de los correos. Contactado, Frichti no respondió a las solicitudes de Le Figaro.