Carlos Sainz ganó este domingo con maestría el Gran Premio de Australia de Fórmula 1, tercera cita del Mundial. Una bonita venganza del destino para el piloto español obligado a retirarse hace unos días en Arabia Saudí por una apendicitis y que aún no conoce su futuro ya que será sustituido por Lewis Hamilton en 2025 en el seno de la Scuderia Ferrari.
“Lo que pasó a principios de año, luego el podio en Bahrein, luego la apendicitis, la remontada, la victoria… Es una montaña rusa, pero me encantó. Estoy muy feliz”, dijo Sainz tras su victoria antes de añadir: “Estoy muy orgulloso del equipo, feliz de hacer un doblete con Charles (Leclerc 2º, nota del editor) aquí. Esto demuestra que el trabajo duro vale la pena. La vida a veces es una locura”.
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El conductor, que consiguió su tercer éxito en la disciplina, también utiliza bien el humor. Su éxito debería permitirle venderse mejor a otros equipos en las próximas semanas: “Seguro que no hace daño. Todavía estoy desempleado para el año que viene. Todo el mundo sabe más o menos de lo que soy capaz. No me postulo para demostrar mi valía a los líderes del equipo. Corro por mí mismo… Esta es la mentalidad y el enfoque que tengo y seguiré haciéndolo”.
