Tres aficionados del club de fútbol amateur de Angulema, de entre 24 y 40 años, fueron condenados el martes en Charente a penas de entre 10 y 18 años de prisión por haber martirizado, agredido y violado a una de los suyos.

Fueron juzgados por el juzgado de menores, ya que al momento de los hechos, cometidos entre 2015 y 2017, uno de ellos era menor de 18 años.

La víctima, un hombre de 52 años, fue declarada discapacitada tras este trauma. Formaba parte, como ellos, del “Commando Fada”, una antigua asociación de aficionados del club de Angulema que entonces jugaba en la quinta división (CFA2).

“El tribunal me devolvió la dignidad. Fue largo, pero cuando veo las sentencias, es justo”, dijo a la prensa.

Yann Chabernaud, de 40 años, ex miembro del Frente Nacional, fue condenado a 18 años de prisión de conformidad con las exigencias del fiscal general. Jérôme Nouhaud, de 30 años, fue condenado a quince años de prisión. Un tercer hombre, menor de edad en el momento de los hechos, fue condenado a 10 años de prisión.

Fueron procesados ​​por violación, violencia habitual y extorsión a personas vulnerables. En particular, habían agredido a la víctima en un bosque cerca de Angulema y le habían extorsionado su tarjeta bancaria para financiar las actividades del grupo de seguidores.

Un cuarto hombre, acusado de violación, fue absuelto por el tribunal.

Durante el juicio, los principales acusados ​​siempre negaron las violaciones a pesar de los abrumadores testimonios.

“Permaneció inmóvil en sus posiciones, incapaz de reconocer los hechos principales”, lamenta la maître Valérie Boisgard, abogada de la víctima.

Lamenta que Yann Chabernaud, calificado de manipulador y perverso por los expertos psiquiátricos, se haga pasar por “la víctima de su víctima”.

El carácter antisemita de la violencia «no fue reconocido como circunstancia agravante», lamenta Aude Weill-Raynal, abogada de la asociación Abogados sin Fronteras, parte civil en el proceso.

“Pero hablamos de ello durante los debates, estuvo presente todo el tiempo. Incluso los abogados defensores reconocieron que el caso estaba teñido de antisemitismo”, dijo.

El apartamento de la víctima fue rociado con esvásticas e insultos antisemitas.