Le Figaro Burdeos
Mucho ruido y pocas nueces. Desde que el gobierno dio marcha atrás, sólo las metrópolis de Lyon y París tendrán que crear finalmente zonas restrictivas de bajas emisiones (ZFE), prohibiendo los vehículos más contaminantes (Crit’Air 3). Otras metrópolis pasan a ser consideradas “territorios de vigilancia” y sólo estarán obligadas a prohibir los vehículos no clasificados, es decir, los matriculados antes de 1997, que representan el 3% de los vehículos en circulación.
Burdeos no es una excepción a la regla. La oficina metropolitana mantuvo a finales de marzo “el escenario de una ZFE estrictamente conforme a la obligación legal”, aceptando así aplicar la ley, pero sin ir más allá. Para justificar esta implementación descontada, la aglomeración liderada por la socialista Christine Bost recuerda que los territorios «vigilantes» respetan «los umbrales regulatorios europeos para los principales contaminantes atmosféricos». Sin embargo, estos umbrales son criticados, mientras que 40.000 personas mueren cada año a causa de la contaminación del aire en Francia, según Public Health France.
El 1 de enero de 2025, la ZFE implementada en Burdeos debería afectar a los municipios situados dentro de la circunvalación de Burdeos, en los que se prohibirá la circulación de vehículos matriculados antes de 1997. La carretera de circunvalación en sí no se encuentra dentro del perímetro de la ZFE. Según Bordeaux Métropole, 11.017 vehículos se verían afectados, es decir, el 2,1% del parque de vehículos metropolitano. Estos vehículos antiguos también son cada vez menos numerosos, “a medida que se renueva el parque móvil”, precisa la metrópoli. Según la agencia de planificación urbana de Burdeos Aquitania (A’urba), el parque de la Gironda contaba con 960.000 vehículos en 2020.
Para fomentar el cambio modal hacia los autobuses, tranvías y bicicletas, «está previsto un acceso excepcional a los aparcamientos cerca de la carretera de circunvalación» y se pondrá en marcha un «pase ZFE» durante 24 días al año, para «permitir acceder al acceso ocasional a servicios públicos esenciales para personas que no acuden habitualmente al perímetro de la ZFE. La metrópoli también ha establecido “una lista de exenciones locales, caso por caso, válidas por un máximo de tres años, para responder a las necesidades específicas del territorio” y desea implementar ayudas financieras y fomentar un cambio hacia transporte público.
¿Significa esto, sin embargo, que estos vehículos contaminantes, con casi treinta años de antigüedad, ya no podrán circular por los muelles de Burdeos a partir del 1 de enero de 2025, fecha efectiva de aplicación de la ZFE? Nada es menos seguro. La metrópoli de Burdeos explica que “los controles sistemáticos sólo podrán implementarse realmente después de la aprobación de un sistema por parte del Estado”, que “ahora está anunciado para principios de 2026”, es decir, un año después de la implementación de la prohibición. Por tanto, a principios de 2025, la creación de la ZFE en la metrópoli de Burdeos corre el riesgo de pasar desapercibida.