Gérald Darmanin acudió discretamente en la mañana del martes 8 de agosto a una comisaría de Marsella, ciudad desde la que había partido el enfadado movimiento policial tras el encarcelamiento de uno de los suyos, sospechoso de haber herido gravemente con un LBD, Hedi, un hombre de 22 años, supimos de una fuente policial.
El Ministro del Interior había anunciado que iría a esta ciudad a discutir con los funcionarios, sin dar fecha para su visita. Gérald Darmanin llegó, sin prensa y sin funcionarios electos, a las 10 a. m. a la comisaría del distrito 15, agregó la misma fuente.
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Elogió a los funcionarios que incautaron 220 kg de cannabis el domingo, se dijo. Luego, “de manera informal”, tomando un café, intercambió durante una hora con unos sesenta policías de esta comisaría que lo querían, según la fuente policial. La ira de la policía había estallado tras el ingreso en prisión preventiva el 21 de julio de un policía de la BAC de Marsella, sospechoso de haber herido gravemente el cráneo a Hedi, de 22 años, al margen de los disturbios de principios de julio. Su colocación en prisión preventiva fue confirmada la semana pasada por los tribunales.
Para mostrar su descontento -la policía no tiene derecho a la huelga-, algunos agentes se han tomado la baja por enfermedad. Otros respondieron al llamado del sindicato Unidad Policial SGP y se pusieron en el “código 562”, jerga policial que significa que solo asumen misiones de emergencia y esenciales. Desde entonces, bajo el liderazgo del Ministerio del Interior, la jerarquía policial ha advertido que rechazará las bajas por enfermedad que considere injustificadas y descontará los salarios.