El video, difundido por el propio Evguéni Prigojine en las redes sociales, es de rara violencia. Vemos al jefe de la milicia Wagner mostrando a sus pies decenas de cadáveres, a los que presenta como sus propios hombres, vituperando frente a la cámara a altos mandos del ejército ruso. “Estos hombres de Wagner que murieron, su sangre aún está muy fresca”, comienza el jefe del grupo paramilitar, señalando los cuerpos esparcidos por el suelo. “Para todos esos, se acabó. Y ahora, escúchame”, continúa, acercándose a la cámara.
“Son los padres jodidos de alguien, los hijos de alguien. Y esta escoria que no da municiones (…) se comerá sus restos en el infierno (…). Nos faltan municiones en un 70%”, prosigue el empresario cercano a Vladimir Putin. «¡Shoigu! Gerasimov! ¿Dónde está la puta munición?», grita, enfrentándose al ministro de Defensa ruso, Sergei Shoigu, y al jefe del Estado Mayor del ejército ruso, que también es el comandante de la ofensiva rusa en Ucrania.
«¡Míralos, bastardos! (…) ustedes descansan en clubes caros (…) sus hijos hacen videos en YouTube, y ustedes, ¿ustedes se creen los dueños de la vida?”, grita el capo de Wagner. “Llegaban aquí como voluntarios y morían para que te atiborraras en tus oficinas (…) Si nos dieran el estándar de municiones, habría cinco veces menos muertos”, acusa el hombre de ‘negocios’.
Las relaciones del «cocinero de Putin» con el Kremlin son tensas desde hace varios meses. A medida que avanzaba el conflicto, los paramilitares, responsables de liderar el frente de la Batalla de Bakhmout, reclamaban regularmente capturas en la ciudad.
Ya en febrero, el jefe del grupo paramilitar había hecho el mismo reproche de «traición» a oficiales del ejército ruso. En una grabación de audio publicada por su servicio de prensa, se le escucha instando a los rusos a presionar al ejército para que proporcione municiones a sus hombres. «Si cada ruso de su nivel -para no llamar a nadie a manifestarse- simplemente dijera ‘Dale conchas a Wagner’ (…) entonces ya sería importante», declaró el empresario, acompañando a estos sobre una foto un poco borrosa de cadáveres, así como una captura de pantalla de su solicitud de munición. Un llamamiento sin precedentes en Rusia, donde cualquier crítica a la guerra que libra el Kremlin es reprimida con dureza.
«Las relaciones entre Prigojine y el Kremlin llevan varios meses tensas por el tema del apoyo artillero, pero aquí pasa un rumbo», analiza en Twitter Joseph Henrotin, redactor jefe de la revista Defensa y Seguridad Internacional. El video no tiene precedentes en la crueldad «en la imagen (muertos alineados), y en el tono», continúa el experto.