El método de comunicación de Jean-Luc Mélenchon no cambiará. Aunque los combates entre Israel y Hamás se intensificaron este viernes por la noche. Mientras que las FDI aumentaron “significativamente” sus ataques y ampliaron sus operaciones terrestres en la Franja de Gaza, el ex candidato presidencial rebelde eructó sobre X contra la “masacre masiva en curso” en el enclave palestino. La figura tutelar de La France Insoumise también denunció la acción de “potencias (que) se niegan a imponer el alto el fuego”. Después de negarse a calificar a Hamás de organización terrorista, que sin embargo ha causado más de 1.400 muertes en el lado israelí, los rebeldes ya habían advertido contra una respuesta demasiado fuerte del Estado judío que, según ellos, causaría importantes daños a la población civil.

Una vez más, esta línea fue defendida el viernes por la tarde por Jean-Luc Mélenchon: “Este momento de la historia es una vergüenza para siempre para los criminales que lo cometen, para quienes los apoyan incondicionalmente, para quienes dejan hacer y para quienes miedo a protestar”. Por lo tanto, el ex líder del LFI atribuye toda la responsabilidad a Israel. Pero esta declaración no es en absoluto una sorpresa para el líder rebelde. El domingo pasado se burló del viaje de Yaël Braun-Pivet a Israel. El presidente de la Asamblea Nacional fue acusado de haber ido a “acampar” en Tel Aviv para alentar “masacres”. Lo suficiente como para desencadenar una nueva polémica y alimentar el proceso por antisemitismo iniciado, desde hace varias semanas, contra La France Insoumise.

A pesar de las críticas, la línea ideológica de los dirigentes del LFI no ha sido mencionada desde el inicio de la ofensiva de Hamás el 7 de octubre. Aunque eso signifique aislar al movimiento, coordinado por Manuel Bompard, dentro de la izquierda. Durante el debate sobre el conflicto celebrado el lunes en la Asamblea Nacional, la líder de los diputados rebeldes Mathilde Panot instó al Gobierno francés a «utilizar todo su peso» a favor de un «alto el fuego» en Oriente Medio. Antes de burlarse del alineamiento de Francia con «Estados Unidos y el gobierno israelí, vayan a la guerra contra la extrema derecha». La respuesta de Marine Le Pen no se hizo esperar desde el podio del Palacio Borbón: “No pedimos a los terroristas un alto el fuego, sino que depongan las armas y liberen a los rehenes”.