“Tráiganlos a casa”, exigieron nuevamente los manifestantes en Jerusalén el sábado después de una marcha de cuatro días. Benyamin Netanyahu, primer ministro israelí, se debate una vez más entre dos necesidades: destruir a Hamás, autor del atentado terrorista del 7 de octubre, y liberar a los 130 rehenes que aún se encuentran retenidos en Gaza, de los cuales 31 se cree que han muerto. En El Cairo se abre un segundo día de negociaciones entre Qatar, que acoge a los líderes de Hamás, Estados Unidos, estrecho aliado de Israel, y Egipto. Se podría llegar a un acuerdo en “24-48 horas”, aseguró un diplomático a la Agencia France-Presse.

Israel se ha negado a participar en las negociaciones hasta que Hamas proporcione una lista de los nombres de los cautivos que mantiene. Sin embargo, hay un acuerdo «sobre la mesa», advirtió el sábado a la AFP un funcionario estadounidense. Se prevé una tregua de seis semanas, que entraría en vigor para el Ramadán, el mes de ayuno de los musulmanes, el 10 u 11 de marzo. Hamás se comprometería a liberar a 42 rehenes, secuestrados el 7 de octubre, a cambio de presos palestinos de derecho común.

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Israel exige que se dé prioridad a los más vulnerables: los enfermos, los ancianos, las mujeres y los niños. A finales de noviembre, un acuerdo permitió la liberación de 105 personas a cambio de 240 palestinos. Israel se había negado a liberar de prisión a los detenidos condenados por crímenes sangrientos.

Hamás exigió «el regreso de los palestinos desplazados al norte de Gaza y un aumento de la ayuda humanitaria» del orden de «400 a 500 camiones por día», frente a los 80 actuales, explicó un dignatario del movimiento a la AFP. Además, Hamás quiere un alto el fuego definitivo y una retirada militar israelí. Israel habría “aceptado en principio los elementos del acuerdo”, aseguró el domingo un diplomático estadounidense.

Las FDI, el ejército israelí, aún no han lanzado una ofensiva en Rafah, ciudad fronteriza con Egipto donde más de un millón de palestinos son refugiados. Según Netanyahu, la captura de la ciudad permitiría a Israel estar “a pocas semanas” de la “victoria total”. Una tregua sólo «retrasará» la ofensiva, aseguró.