Dos menores de 16 años sospechosos de “extorsión cometida con arma” contra una mujer judía de 26 años fueron detenidos el miércoles 6 de diciembre en Val-d’Oise, según supo Le Figaro por una fuente policial. “Los dos sospechosos son de nacionalidad francesa. Uno es de tipo africano y el otro de tipo norteafricano. La policía los conoce muy desfavorablemente”, nos dice una fuente cercana al asunto*.

Los hechos de los que son sospechosos se remontan al 23 de noviembre en París. Ese día, una joven de 26 años, embarazada de cuatro meses, estaba en su apartamento del distrito 19 con su bebé de un año y medio. Alrededor de las 11:30 horas, un individuo que se hacía pasar por repartidor llamó al timbre.

Cuando la madre abre la puerta, dos individuos con máscaras quirúrgicas entran corriendo al apartamento mientras la empujan. Uno la agarró del cuello y el otro la amenazó con una pistola.

Totalmente asustado, el bebé de la víctima grita a todo pulmón. Su madre recorre el apartamento amenazada por delincuentes. Ella les da sus joyas y dinero pero ellos quieren más. Para presionar, uno de los atacantes le aprieta la garganta cada vez con más fuerza. La joven acaba perdiendo el conocimiento.

Los dos individuos finalmente se marcharon con unos 6.000 euros en joyas, 400 euros y 150 dólares en efectivo. Hospitalizada, la víctima recibió cuatro días de ITT.

La investigación confiada al 2º distrito de la policía judicial (2º DPJ) condujo a un descubrimiento bastante sorprendente: los sospechosos llegaron en metro a casa de la víctima y luego partieron hacia Val-d’Oise… con un VTC que habían encargado.

Los fugitivos fueron identificados en particular mediante telefonía. Bajo custodia policial, admitieron su participación en los hechos e indicaron que habían actuado para un misterioso patrocinador, cuya identidad se negaron a revelar. Según sus declaraciones, la víctima fue el objetivo de este patrocinador “porque es judía y por tanto rica”.

Los acusados ​​fueron remitidos al tribunal judicial de Pontoise el 7 de diciembre. Las consecuencias legales no se conocieron de inmediato.

*La ley prohíbe comunicar las identidades de sospechosos menores de edad.