Cuatro policías murieron el jueves en intercambios de disparos con bandas en Puerto Príncipe, la capital haitiana, informó a la AFP el jefe del sindicato nacional de policías haitianos. Otros cinco agentes resultaron heridos, añadió Lionel Lazarre, después de que una de las mayores bandas implicadas hubiera hablado anteriormente de llevar a cabo ataques coordinados destinados a derrocar al disputado primer ministro Ariel Henry.

El secretario general de Naciones Unidas, Antonio Guterres, insistió el jueves en la importancia de alcanzar una “solución política” en Haití, donde la llegada de una fuerza internacional para ayudar a la policía local a frenar la violencia de las pandillas no sería suficiente, según el jefe de la ONU. «Necesitamos avances políticos concretos para lograr una solución política», declaró a su llegada al archipiélago de San Vicente y las Granadinas, un pequeño país caribeño situado al sureste de Haití. “Sin una solución política el problema nunca se resolverá”, justificó.

En un intento por ayudar a la policía abrumada por la violencia de las pandillas en Haití, el Consejo de Seguridad de la ONU acordó en octubre enviar una misión a Haití encabezada por Kenia. Pero su despliegue aún está pendiente, ya que un tribunal de Nairobi bloqueó el envío previsto de 1.000 agentes de policía kenianos a finales de enero. «Necesitamos un sistema de seguridad que pueda poner fin al dominio de las bandas y al crimen que está destruyendo el país», continuó Antonio Guterres, deplorando la falta de «apoyo internacional (…) a nivel humanitario y económico» en Haití.