Hombres fuertemente armados atacaron un hospital en Haití sin causar víctimas la noche del lunes 25 al martes 26 de septiembre, afirmó uno de los responsables del establecimiento, una nueva ilustración de la violencia generalizada que sufre este país caribeño.

Los atacantes invadieron desde medianoche hasta las cinco de la madrugada el perímetro del hospital de Mirebalais, uno de los mayores centros hospitalarios del país, y dispararon contra las instalaciones, explicó por teléfono a la AFP el doctor Réginald Ternier.

«Esta mañana pudimos observar agujeros de bala en las fachadas de varios edificios» del hospital, situado a poco más de 50 kilómetros de la capital, Puerto Príncipe, mientras «la unidad de cuidados intensivos para recién nacidos está afectada». dijo, precisando que se encontraron casquillos de cartuchos de gran calibre.

No se informó de muertos ni heridos de bala tras el ataque, pero Régiald Ternier habló de traumatismos y daños materiales. “Los pacientes, los residentes y el personal sufrieron el ataque en medio de la noche. Están en shock”, lamentó, considerando incomprensible el ataque. “Para nosotros es difícil entender los motivos detrás de tal ataque. Acogemos a pacientes de todo tipo, sin importar su rango social, afiliación o actividades”, afirmó.

Antes del asalto al hospital, atacantes armados con armas automáticas habían atacado el viernes Saut d’Eau, un pueblo situado no lejos de Mirebalais. Entrevistada el domingo en la radio Magik 9, la alcaldesa de Saut d’Eau, Marie Andrée Ruth Thelus, informó de al menos 11 muertos, decenas de heridos y varias casas quemadas.

El lunes, Saut d’Eau fue objeto de un nuevo ataque sin que se supiera más información sobre el número potencial de víctimas. Haití, un país caribeño pobre, está asolado por la violencia de las pandillas que reina en el terror, con más de 2.400 muertes desde principios de año según cifras de la ONU.

Durante casi un año, el primer ministro haitiano, Ariel Henry, y el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, han estado pidiendo que se envíe una fuerza internacional para ayudar a la policía abrumada por esta violencia. Estados Unidos anunció el viernes que varios países tenían la intención de contribuir bajo el liderazgo de Kenia a esta fuerza, pero su creación tardará sin duda algunos meses más, por no hablar de su despliegue efectivo.