(Naciones Unidas) El número de desplazados internos ha aumentado un 60% desde marzo en Haití debido a la intensificación de la violencia de las pandillas, alcanzando ahora un total de casi 600.000 personas, según la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).

«Las cifras que vemos hoy son una consecuencia directa de años de espiral de violencia -que alcanzó un nuevo pico en febrero- y sus catastróficos impactos humanitarios», comentó Philippe Branchat, jefe de esta organización de la ONU en Haití.

“La crisis interminable en Haití está obligando a más y más personas a huir de sus hogares y dejar todo atrás. Estas no son decisiones tomadas a la ligera. Y lo peor: para muchos no es la primera vez”, añadió.

Según datos de la OIM publicados el martes, el país cuenta ya con 578.074 personas desplazadas, frente a las 362.551 de principios de marzo, para un total de más de 10 millones de habitantes.

Si bien el año 2024 aún no ha pasado ni la mitad, el número de personas desplazadas este año “ya es casi idéntico al número de personas desplazadas” en 2023, lo que pone de relieve el empeoramiento de la situación de seguridad, señala el informe.

Este aumento está relacionado en gran medida con el gran número de personas que han huido de Puerto Príncipe para refugiarse en otras provincias que no necesariamente tienen los recursos para acogerlos.

La OIM ha identificado a cerca de 95.000 personas que abandonaron la capital entre el 8 de marzo y el 9 de abril, en particular para dirigirse a la provincia de Grand Sud, donde los desplazados representan actualmente el 10% de la población.

Haití ha sufrido una inestabilidad política crónica durante décadas. Pero en los últimos meses, el país ha enfrentado un resurgimiento de la violencia de las pandillas, que controlan el 80% de la capital, Puerto Príncipe.

A nivel nacional, la mayoría de los aproximadamente 600.000 desplazados (80%) son acogidos por familias, según datos de la OIM.  

Pero este no es el caso en la capital, que ha visto un aumento en el número de sitios improvisados ​​-incluidas escuelas- donde los desplazados viven «en condiciones insalubres».

La OIM estima ahora que el número de personas desplazadas en la metrópolis de Puerto Príncipe es de casi 185.000, un aumento del 15% desde principios de marzo.