El ministro de Agricultura, Marc Fesneau, habló el domingo de la idea de un servicio mínimo para limitar el impacto sobre los viajeros de huelgas como la de los controladores de la SNCF este fin de semana. «Me parece que debemos trabajar en un servicio mínimo», afirmó Fesneau, invitado al programa «Cuestiones políticas» de France Inter. “Preferiría hacerlo, aunque no sea un especialista en el tema”, añadió.

Según él, un servicio mínimo permitiría evitar “infligir, incluso en caso de conflicto, un cierto número de obligaciones a nuestros conciudadanos, ya estén de vacaciones o trabajando, en períodos a veces cruciales.

Marc Fesneau estimó que «sin duda» sería necesario legislar sobre el servicio mínimo, aunque recordó que «no se trata de cuestionar» la huelga como derecho constitucional. “Habrá debates parlamentarios, veremos cómo se puede organizar todo esto. Hay textos, propuestas legislativas que parecen estar en pleno apogeo desde hace una semana”, según el ministro.

Varias propuestas parlamentarias han intentado, en los últimos años, endurecer la ley de 2007 sobre el servicio mínimo en el transporte, especialmente después del episodio del fin de semana de Navidad de 2022 que dejó en la estacada a 200.000 viajeros. Pero ninguno prosperó.

Ya está en trámite un texto de la derecha senatorial que prohíbe los avisos durante los días festivos y “los dos primeros y los dos últimos días” de las vacaciones escolares.

El primer ministro Gabriel Attal deploró el miércoles «una forma de costumbre» en cada período de vacaciones «de recibir un anuncio de huelga» por parte de los trabajadores ferroviarios. «Los franceses saben que hacer huelga es un derecho», pero «también que trabajar es un deber», afirmó. Animó al Parlamento a retomar este debate.

El presidente de los senadores macronistas, François Patriat, admitió que pensaría en «todas las novedades» que permitirían regular «estas huelgas inoportunas».