Han pasado once días desde que 41 trabajadores indios quedaron atrapados en un túnel en el estado de Uttarakhand. Este miércoles, los rescatistas perforaron dos tercios de los escombros del túnel de carretera que se derrumbó el sábado (11 de noviembre) con la esperanza de llegar pronto a los trabajadores, dijeron las autoridades. «Estoy muy feliz de anunciar… que se han completado 39 metros de perforación», dijo Mahmood Ahmad, un funcionario del Ministerio de Carreteras y Autopistas involucrado en las operaciones.

Los ingenieros están trabajando para empujar un gran tubo de acero a través de los escombros del túnel a lo largo de al menos 57 metros de tierra y roca que separa a los trabajadores atrapados de la libertad. «Si no hay bloqueo, esperamos tener buenas noticias esta noche o mañana», dijo Ahmad a los periodistas en el lugar. «Esta es una muy buena noticia para nosotros, porque estamos avanzando a un ritmo rápido», añadió.

Sin embargo, advirtió que el tramo que falta por perforar representa una fase crítica. El ministro principal de Uttarakhand, Pushkar Singh Dhami, habló el miércoles de los «progresos positivos realizados en las últimas 24 horas», sin proporcionar más detalles. Pero en un comunicado, el gobierno subrayó que «los plazos previstos están sujetos a cambios debido a cuestiones técnicas, el difícil terreno del Himalaya y emergencias imprevistas».

Un periodista de la AFP vio el martes en el lugar cómo camiones llevaban a la entrada del túnel tramos de tubos metálicos del ancho de un hombre, que luego eran soldados entre sí con chorros de chispas metálicas, para crear una vía de escape segura para los trabajadores. Las excavadoras ya han retirado toneladas de tierra, hormigón y escombros tras el derrumbe del túnel en construcción el 12 de noviembre en el estado himalayo de Uttarakhand.

Los esfuerzos de rescate se vieron complicados y ralentizados por la caída de escombros y las sucesivas averías de máquinas perforadoras cruciales. La semana pasada, una máquina perforadora chocó contra rocas y la perforación se suspendió durante más de tres días después de que se escuchó una grieta en el túnel y «causó pánico», según los funcionarios.