Estados Unidos aprobó este viernes la venta de 400 misiles de crucero Tomahawk a Japón, que busca reforzar sus capacidades defensivas pese a la reanudación del diálogo con su rival común, China. La venta, por un importe total de 2.350 millones de dólares, incluye dos tipos de este misil con un alcance de 1.600 kilómetros.
Esta transacción tiene como objetivo «apoyar la seguridad de un importante aliado que es una fuerza para la estabilidad política y el progreso económico en la región del Indo-Pacífico», dijo el Departamento de Estado en el comunicado de prensa que anuncia la venta. También debe «mejorar la capacidad de Japón para responder a las amenazas actuales y futuras mediante el lanzamiento de misiles tierra-tierra convencionales de largo alcance», añadió.
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Japón está preocupado por el creciente poder militar de China y sus ejercicios cerca de Taiwán, pero también por Corea del Norte y sus pruebas de misiles balísticos. Esta venta se completa a pesar de la reanudación del diálogo con Pekín. El presidente estadounidense, Joe Biden, y el primer ministro japonés, Fumio Kishida, se reunieron con el jefe de Estado chino, Xi Jinping, esta semana al margen de una cumbre del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (Apec) en San Francisco.