(Ottawa) Se han producido con frecuencia violaciones de las políticas de adquisiciones del gobierno federal en la adjudicación de contratos a McKinsey desde 2011, señala la Auditora General en su último informe. La consultora se adjudicó 97 contratos por valor de 209 millones, la mayoría de los cuales se adjudicaron sin licitación pública.
Ausencia de documentos que justifiquen la necesidad de un contrato, inexistente valoración de costes, falta de supervisión de los trabajos realizados por la empresa, Ministerio de Servicios y Abastecimientos Públicos que no cumple su papel…
Estos hallazgos recuerdan los ya hechos por Karen Hogan en su informe de febrero sobre la aplicación ArriveCAN. La Auditora General también emite el martes una recomendación única sobre conflictos de intereses e invita a los ministerios y corporaciones estatales a revisar sus recomendaciones anteriores sobre la adjudicación de contratos. Ella sugiere que identifiquen “conflictos de intereses reales o aparentes” de manera proactiva y mantengan esta declaración en el expediente de compras.
Esta auditoría se llevó a cabo a petición del Comité de Operaciones Gubernamentales de la Cámara de los Comunes que había examinado los contratos de servicios profesionales otorgados a McKinsey. El ex gran jefe de la empresa, Dominic Barton, se defendió ante el comité en febrero de 2023 de tener vínculos privilegiados con el primer ministro Justin Trudeau.
El Auditor General examinó los 97 contratos adjudicados a la consultora entre 2011 y 2023, período que abarca tanto el último mandato del gobierno conservador de Stephen Harper como los mandatos posteriores del gobierno liberal de Justin Trudeau. Afirma que se gastaron 200 millones de su valor total de 209 millones.
La Sra. Hogan descubre que nueve de cada diez departamentos y agencias federales y ocho de cada diez corporaciones de la Corona que adjudicaron contratos a McKinsey «fallaron en al menos un aspecto de sus políticas y directrices de adquisiciones para al menos un contrato». Cita como ejemplo un proceso de licitación en el que la evaluación de las ofertas fue insuficiente para respaldar esta elección. En otros casos, no se justificó la elusión del proceso de licitación.
Más detalles seguirán.















