La Agencia Nacional de Seguridad Sanitaria (ANSES) volvió a autorizar este jueves la comercialización de un insecticida (fosfina) utilizado en la fumigación directa de cargamentos de cereales, lo que genera preocupación por las exportaciones a África. El uso del insecticida PH3, o fosfina, destinado a la eliminación de insectos por fumigación en contacto directo con los cereales en las bodegas de los buques, podrá utilizarse de acuerdo con un reglamento europeo para productos exportados fuera de la UE «cuando se haya demostrado satisfactoriamente que el tercer país de destino requiere o acepta este tratamiento particular para evitar la introducción de organismos nocivos en su territorio”, según una decisión de la Agencia.
Leer tambiénFrancia, vetada exportación de cereales desde el 25 de abril
La autorización de comercialización (AMM) solicitada por el fabricante holandés UPL Holdings Coöperatief U.A., que comercializa PH3, se “renueva en Francia, integrando la nueva composición del producto autorizado en las conclusiones de la evaluación”. “Esta decisión reemplaza la decisión del 26 de octubre de 2022”, especifica el organismo público.
Leer también embrollo franco-francés sobre la exportación de cereales
En esta decisión del 26 de octubre, la ANSES había restringido el campo de aplicación de la fosfina, autorizando únicamente la fumigación por contacto indirecto con cereales, por ejemplo colocando la tableta de fosfina en un sobre o caja con agujeros. Esta decisión, que iba a aplicarse a partir del 25 de abril, ponía en peligro de facto las exportaciones francesas de cereales a África, donde varios países como Marruecos, Egipto o Togo, exigen en sus especificaciones una fumigación por contacto directo.
Ante la profunda preocupación de los productores y comerciantes de cereales, el gobierno había asegurado que Francia, que se había convertido en el cuarto exportador mundial de trigo gracias a la guerra de Ucrania, seguiría enviando su trigo a sus clientes africanos, en nombre de seguridad alimentaria. . “Francia seguirá exportando cereales”, dijo el ministro de Agricultura Marc Fesneau el 11 de abril, indicando que se apoyaría en “la legislación europea que permite derogar la prohibición (…) a petición de los países importadores.
