El director ejecutivo de Microsoft, Satya Nadella, defendió la asociación de su grupo con OpenAI, la empresa de inteligencia artificial detrás de ChatGPT, el martes 16 de enero. La inversión está en el punto de mira de los policías de competencia europeos.
Desde 2019, el gigante del software ha invertido alrededor de 13.000 millones de dólares en la start-up californiana creada en 2015. La Comisión Europea está estudiando ahora si esta inversión necesita luz verde de sus servicios antimonopolio. El organismo de control de la competencia británico (CMA) también anunció a principios de diciembre que estaba examinando la asociación entre Microsoft y OpenAI.
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“Las asociaciones son una manera de tener competencia”, dijo Satya Nadella durante un evento organizado por Bloomberg al margen del Foro Económico Mundial en Davos. «Para mí es evidente» que esta asociación favorece la competencia, aseguró, subrayando el «gran riesgo» asumido por Microsoft. La empresa indicó a finales de noviembre que un representante del grupo se uniría al consejo de administración de OpenAI en calidad de observador, tras una escaramuza sobre si Sam Altman debería permanecer o no al frente de la empresa. Este último finalmente regresó, apoyado por Microsoft.
ChatGPT mostró al público en general el potencial de la IA generativa, que permite crear textos, fotos, sonidos o videos en unos segundos, en respuesta a una solicitud del usuario, para una amplia gama de usos. La tecnología, cuyo crecimiento se prevé exponencial, revolucionará el trabajo de determinadas profesiones, con un aumento de la productividad y se espera un gran impacto en la competitividad de las empresas.
Pero el auge de la IA está facilitando la desinformación, como lo destaca un informe reciente del Foro Económico Mundial como uno de los mayores riesgos para la humanidad mientras miles de millones de personas en todo el mundo son llamadas a las urnas este año. Satya Nadella expresó su confianza en que los riesgos de la IA se limitarán en múltiples elecciones este año, lo que afectará a miles de millones de personas en todo el mundo. «No es que esta sea la primera elección en la que la desinformación, la desinformación o la interferencia vayan a ser un desafío real que tengamos que enfrentar», dijo. Como empresa, vamos a tener que hacer el mejor trabajo que podamos”.