“Estoy muy, muy impactada. Solo pensé en gritar”, testifica Yana*, una mujer de unos sesenta años de origen japonés. El miércoles 26 de abril, esta vendedora fue agredida por tres individuos en la tienda “Vintage Paris”, 97 rue Vieille-du-Temple, en el corazón del distrito de Marais en París. Vestidos con sudaderas con capucha y con el rostro oculto por mascarillas quirúrgicas, tres individuos irrumpieron en su tienda: se incautaron de una docena de bolsos de lujo, marcas Hermès y Gucci, por un daño estimado entre 30.000 y 40.000 euros.

El miércoles, alrededor de las 12 horas, aparece un primer individuo frente a la tienda, cuya entrada está cerrada. El individuo finge ser un cliente: explica que quiere «comprar un bolso para su novia». Mientras Yana abre la puerta unos centímetros, el delincuente aprovecha para entrar a la fuerza. Una fracción de segundo después, otros dos cómplices, que aparecen de la nada, entran a su vez en la tienda. “Traté de gritar pidiendo ayuda, pero me taparon la boca con la mano. Fue un poco como de película”, explica Yana, quien también recibió golpes en la cara.

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La escena, que duró apenas unos treinta segundos, conmocionó a Yana, empleada en la tienda durante cinco años. “Temblé durante casi dos horas”, explica este jueves, mientras constata los daños materiales. “Es la primera vez en 23 años de actividad que nos pasa esto. Sin embargo, hay una cámara del ayuntamiento de París muy cerca, pero obviamente eso no disuade”, lamenta Sacha Clerissi, la jefa de la tienda.

“Los tres sospechosos, de tipo africano, tienen veintitantos años. Fueron vistos por testigos que huían en un vehículo negro en dirección a République”, nos dijo una fuente policial. Uno de los miembros de la banda podría haber venido a explorar unos días antes: también fingió querer comprar una bolsa para su novia. “Probablemente estaban buscando una tienda con una mujer soltera”, dice una fuente familiarizada con el asunto.

En su huida, los delincuentes dejaron una gran bolsa de plástico en la que podría aparecer ADN. Las gafas del empleado van a ser explotadas: las huellas dactilares de los ladrones podrían estar ahí. Una investigación por robo con violencia en una reunión fue encomendada a la comisaría del centro de París. No se han hecho arrestos hasta el momento.

*El nombre ha sido cambiado.