La policía iraní anunció el domingo 16 de julio que había restablecido las patrullas para castigar a cada vez más mujeres por no llevar el velo en lugares públicos, diez meses después de la muerte de Mahsa Amini.
«A partir de hoy, la policía advertirá y castigará, mediante patrullas en coche y a pie, a las personas que desafortunadamente desobedecen las órdenes y continúan desobedeciendo el código de vestimenta», advirtió el portero.- El portavoz policial Saïd Montazeralmahdi, citado por la agencia Tasnim. .
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Este anuncio se produce diez meses después de la muerte, el 16 de septiembre de 2022, de la kurda iraní Mahsa Amini, de 22 años, detenida por la policía de la moralidad que la acusaba de haber violado el código de vestimenta de la República Islámica, imponiéndose en particular a las mujeres llevan el velo en público.
En los últimos días, se han publicado en las redes sociales fotos y videos, cuya autenticidad no pudo ser verificada de forma independiente por la AFP, que muestran a mujeres policías con chadores amonestando y arrestando a mujeres que no usan el velo. “No, la policía de la moralidad no ha sido desmantelada en Irán”, dijo en Twitter el periodista de Point Armin Arefi, autor de A Spring in Tehran (Plon).
El diario Shargh, de mentalidad reformista, informó el domingo que cuatro mujeres habían sido sentenciadas recientemente a «tomar cursos de psicología», «limpiar hospitales» y se les «prohibió conducir durante dos años» después de ser declaradas culpables.
La muerte de Mahsa Amini había desencadenado un gran movimiento de protesta con manifestaciones en varias ciudades en octubre y noviembre antes de decaer. Varios cientos de personas, incluidos miembros de las fuerzas de seguridad, resultaron muertas y miles detenidas. Siete hombres fueron ejecutados por su participación en este movimiento.
Cuestionada por los manifestantes, la policía moral había desaparecido en gran medida de las calles en los últimos meses. Y cada vez más mujeres salían con la cabeza descubierta, especialmente en Teherán y en las grandes ciudades.
Desde principios de año, las autoridades han tomado una serie de iniciativas, que van desde el cierre de negocios, en particular restaurantes, hasta la instalación de cámaras en las calles para localizar a quienes desafían la prohibición.
Al mismo tiempo, el poder judicial y el gobierno propusieron en mayo un proyecto de ley llamado “Apoyo a la cultura del hiyab y la castidad” con el fin de “proteger a la sociedad” y “fortalecer la vida familiar”. Este texto, que ha suscitado un animado debate, sugiere reforzar las sanciones, en particular económicas, contra «cualquier persona que se quite el velo en lugares públicos o en Internet».
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La policía de la moralidad había comenzado sus patrullas en 2006 después de haber sido creada por el Consejo Supremo de la Revolución Cultural bajo el presidente ultraconservador Mahmoud Ahmadinejad (2005-2013), para «difundir la cultura de la decencia y el hiyab».
Dos meses antes del inicio de la protesta, el presidente ultraconservador Ebrahim Raïsi había llamado en julio de 2022 a la movilización de «todas las instituciones para fortalecer la ley sobre el velo», declarando que «los enemigos de Irán y el Islam querían socavar la valores culturales y religiosos de la sociedad».