A François Jacques, natural de la isla y dinámico propietario de Québec Aventures Tours, le debemos estas rutas exóticas, además motorizadas. Y son oportunos.
Los aficionados lo saben: no es fácil encontrar alquiler de scooters fuera de Montreal. Pero desde hace varios años, este hombre, de corazón aventurero, huele mucho. Al comprar el antiguo Motel Île d’Orléans (que reparó modestamente, con los medios a mano, ver recuadro), en el pueblo de Saint-Laurent, añadió al proyecto precisamente una fórmula aventurera: visitas guiadas en bicicleta, bicicleta eléctrica y scooter. Aviso a los interesados: dispone de vehículos en abundancia, casco incluido.
No, estas no son Vespas elegantes. El nuestro, alquilado a principios de mes, era un Scootterre Nostalgia, que tenía experiencia, por cierto, pero sobre todo el gran mérito de ser ligero, lo que hacía la conducción aún más fluida. Tenga en cuenta que sólo necesita tener 18 años y tener un permiso de conducir (se recomienda tener experiencia en conducción, pero no es obligatorio), y listo. Tenga en cuenta que varios vehículos también llevan pasajeros de 12 años o más.
François Jacques, que viajó en bicicleta por Vietnam, Camboya y Tailandia (¡sin olvidar Estados Unidos, de un extremo al otro!), que trabajó en Columbia Británica como profesor de historia y luego en Coca-Cola en desarrollo empresarial, siempre supo que lo haría. volver algún día a vivir en la isla.
” Sí. Porque no hay nada más bonito que eso”, responde sin dudar, señalando al frente, hacia esa vista única, inmensa, hacia el río. A lo lejos, en el continente, se divisa vagamente el castillo Frontenac. Imposible no sonreír.
Y es que, esta inmensidad salpicada de colinas, pequeños comercios locales y casas patrimoniales, esparcidas aquí y allá, también “se presta” muy bien al scooter. “Es un poco como la experiencia del ciclismo”, argumenta.