Un influyente rabino israelí reafirmó este martes su oposición a cualquier sacrificio de animales en la explanada de las Mezquitas, epicentro de las tensiones en Jerusalén, tras los llamamientos de judíos extremistas en este sentido con motivo de la Pascua.
La declaración se produce cuando decenas de miles de musulmanes se están reuniendo actualmente allí para el mes de ayuno del Ramadán.
El lugar más sagrado del judaísmo y el tercero más sagrado del Islam, la Explanada de las Mezquitas, que los judíos llaman «Monte del Templo», se encuentra en la Ciudad Vieja de Jerusalén, en el sector palestino ocupado y anexado por Israel. Según la tradición judía, el sacrificio de un cordero o un cabrito durante la Pascua era una obligación religiosa en la época del Templo de Jerusalén, destruido en el año 70 por los romanos.
Una organización judía radical, Hozrim Lahar («Volvemos al Monte del Templo»), pidió recientemente que se hiciera el sacrificio para la Pascua, que comienza el miércoles por la noche, prometiendo 20.000 shekels (unos 5.100 euros) para cualquiera que lo logre. Su director fue detenido el lunes como medida preventiva por la policía.
El rabino Shmuel Rabinowitz, miembro del rabinato israelí y presidente de la Fundación del Muro Occidental, «trabajará para evitar que se traigan animales» cerca de la plaza para el sacrificio, según un comunicado. La Fundación “trabaja de acuerdo con las directivas del Gran Rabinato de Israel, que a través de generaciones se opuso a cualquier acto de este tipo” en este lugar, indica esta fuente.
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El lunes, el gran rabino sefardí de Israel, Yitzhak Yossef, recordó que los judíos tenían prohibido acudir a la explanada. Bajo un statu quo decretado después de que Israel conquistó Jerusalén Este en 1967, los no musulmanes pueden ir allí en momentos específicos, sin rezar allí. Pero en los últimos años, un número creciente de judíos, a menudo nacionalistas y escoltados por la policía israelí, rezan subrepticiamente allí, lo que los palestinos y Jordan, guardián de los lugares sagrados musulmanes en Jerusalén, describen como «provocaciones».
El movimiento islamista palestino Hamas, que gobierna la Franja de Gaza, advirtió el lunes contra cualquier intento de «profanar la mezquita de Al-Aqsa», que «alimentaría una situación ya explosiva de la que el gobierno israelí tiene plena responsabilidad». En mayo de 2021, después de la violencia en el complejo y en otros lugares de Jerusalén Este, Hamas disparó cohetes contra Israel, lo que resultó en una guerra de 11 días.