El ministro del Gabinete de Guerra israelí, Benny Gantz, anunció su dimisión el domingo en medio de desacuerdos con el primer ministro, a pesar de la liberación de cuatro rehenes retenidos en la Franja de Gaza durante una redada que, según Hamás, mató a cientos de palestinos.

La renuncia de Benny Gantz es la última señal de la creciente división en Israel sobre cómo el Primer Ministro Benjamín Netanyahu ha estado librando una guerra contra el movimiento islamista palestino Hamas durante nueve meses.

El anuncio del rival de Netanyahu se produjo después de que las fuerzas especiales israelíes se enfrentaran a combatientes palestinos con armas pesadas el sábado en el campo de refugiados de Nusseirat en el centro de la Franja de Gaza. Consiguieron liberar a cuatro rehenes retenidos en dos edificios y luego los evacuaron a bordo de helicópteros.

Benny Gantz anunció su dimisión después de lanzar un ultimátum a Netanyahu sobre la Gaza de la posguerra, exigiendo la adopción de un “plan de acción” y fijando como fecha límite el 8 de junio.

El Primer Ministro reaccionó Itamar Ben Gvir, ministro de extrema derecha responsable de la Seguridad Nacional, inmediatamente “exigió” en Telegram ser “incluido” en el gabinete de guerra.

No se espera que la renuncia de Gantz cause inmediatamente una gran agitación política. La coalición de gobierno de Netanyahu todavía tiene una mayoría en el Parlamento con el apoyo de grupos de extrema derecha.

Durante la operación para liberar a los rehenes, el ejército israelí dijo que sus soldados y los rehenes fueron objeto de intensos disparos con armas de fuego y granadas, lo que provocó la muerte de un oficial de policía.

El Ministerio de Salud de Hamás afirmó que 274 personas habían muerto y 698 habían resultado heridas, denunciando una “masacre” en una zona densamente poblada del territorio palestino. Esta evaluación no pudo verificarse de forma independiente.

“Mi hija lloraba, asustada por el sonido del avión disparándonos”, dijo una mujer de Gaza, Hadeel Radwan, de 32 años, al relatar cómo huyó de los combates con su hija de siete meses en brazos: “Todos pensábamos no íbamos a sobrevivir”.

Los rehenes liberados –Noa Argamani, de 26 años, Almog Meir Jan, de 22, Andrey Kozlov, de 27 años, y Shlomi Ziv, de 41 años– fueron secuestrados en el lugar del festival de música electrónica Nova durante el ataque sin precedentes de Hamás el 7 de octubre en Israel, que Desencadenó la guerra en Gaza contra el movimiento islamista palestino.  

Muchos israelíes lloraron de alegría al enterarse de su liberación. El ejército publicó imágenes de los ex rehenes besando a sus familiares y el servicio de prensa del gobierno publicó imágenes del primer ministro visitándolos en el hospital.

Un alto comandante militar, el general de brigada Avi Rosenfeld, renunció el domingo por lo que llamó su fracaso en prevenir el ataque del 7 de octubre.

El domingo continuaron las operaciones del ejército israelí en Gaza. Cuatro miembros de una misma familia murieron y varios más resultaron heridos en un ataque aéreo que alcanzó su casa en la ciudad de Gaza (norte), según los médicos del hospital Al-Ahli.

En el centro del territorio palestino, testigos informaron de disparos de helicópteros al este del campamento de Al-Bureij y disparos de artillería en Deir al-Balah. También se informó de disparos con armas pesadas en Rafah (sur).

En el noveno mes de la guerra entre Israel y Hamás, la liberación de los cuatro rehenes el sábado refuerza la estrategia militar de Netanyahu, bajo fuerte presión en el extranjero y en el país.

El ejército dejó tras de sí un espectáculo de desolación, según imágenes de la AFPTV: coches carbonizados, edificios destruidos o en ruinas, incendios y escombros humeantes. Los hombres se abren paso entre los escombros para intentar apagar las llamas o ayudar a los heridos, otros se reúnen alrededor de los cuerpos envueltos en mantas.

En Israel, llegó el momento de buscar alivio, y el Foro de Familias Rehenes aclamó un “triunfo milagroso”.

“En casa”, titularon dos importantes diarios israelíes en sus portadas del domingo, Yediot Aharonot e Israel Hayom. El periódico financiero Calcalist elogió una “operación heroica” que dio a los israelíes “unas pocas horas de gracia”.

El ataque perpetrado el 7 de octubre por comandos de Hamás infiltrados desde territorio palestino provocó la muerte de 1.194 personas en Israel, la mayoría civiles, según un recuento de la AFP basado en datos oficiales.

Durante este ataque, 251 personas fueron tomadas como rehenes. Tras una breve tregua en noviembre que permitió la liberación de un centenar de ellos, 116 rehenes siguen retenidos en la Franja de Gaza, de los cuales 41 están muertos, según el ejército israelí.

Israel ha prometido destruir a Hamás, que tomó el poder en Gaza en 2007 y a la que considera una organización terrorista junto con Estados Unidos y la Unión Europea.

Al menos 37.084 palestinos, en su mayoría civiles, han sido asesinados allí desde el 7 de octubre, según datos del Ministerio de Salud del gobierno de Gaza liderado por Hamás.

Se espera que el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, visite en los próximos días Israel, Egipto, Qatar y Jordania, para “promover una propuesta de alto el fuego” presentada recientemente por el presidente Joe Biden, según Washington.