El gobierno italiano liberará fondos de emergencia el martes para las regiones del noreste, afectadas por las inundaciones sin precedentes, que mataron a 14 personas. Decenas de miles de personas han sido desplazadas y miles de hectáreas de tierras agrícolas están bajo el agua. El gobierno de Giorgia Meloni, que lucha con medidas de ahorro esenciales, debería liberar inicialmente al menos 100 millones de euros en ayuda de emergencia para las zonas de desastre de Emilia-Romaña: una región considerada como «el vergel de Italia», donde los daños, aún no cuantificables, promete ser récord. Seis meses de lluvia cayeron en solo 36 horas la semana pasada, causando que alrededor de 20 ríos se desbordaran, convirtiendo las calles en ríos de lodo y sumergiendo grandes extensiones de tierras de cultivo y muchas granjas de ganado. Estos movimientos de agua y tierra llevaron al descubrimiento de 14 bombas antiguas que fueron eliminadas por artífices del ejército. «En los últimos días hemos encontrado 14 bombas militares, la mayoría de las cuales no pudieron explotar, pero por precaución los artífices del ejército las detonaron todas», dijo a la AFP una fuente militar local, sin poder precisar de qué guerra datan estas bombas. ? El gremio agrícola Coldiretti ha emitido una alerta sobre este problema, siendo probable que el paso de tractores provoque una explosión.

Además de la pérdida de vidas humanas, Emilia-Romaña, una de las regiones más ricas de Italia que por sí sola contribuye con casi el 10 % del PIB nacional, ha sufrido daños económicos imposibles de cuantificar con precisión en esta etapa. Según el gremio de agricultores Confagricoltura, habrá que arrancar al menos 10 millones de árboles frutales, cifra que podría llegar incluso a los 40 millones. Más de 600 carreteras seguían cerradas el lunes, y la región estimó durante el fin de semana que se necesitaban alrededor de 620 millones de euros para restaurar la red de carreteras. Las escuelas en Rávena reabrieron el martes, pero las de la cercana ciudad de Forli no volverán a abrir hasta el miércoles, ya que las carreteras siguen intransitables. El presidente de Emilia-Romaña, Stefano Bonaccini, ha pedido la congelación inmediata de los pagos de préstamos hipotecarios, impuestos y gravámenes para familias y empresas en las zonas más afectadas y, a más largo plazo, un plan integral «para la reconstrucción, el mantenimiento y la seguridad de el territorio». Según los expertos, el cambio climático debido a la actividad humana está aumentando la intensidad y frecuencia de los fenómenos meteorológicos extremos, como olas de calor, sequías e incendios forestales, pero también de tormentas acompañadas de fuertes lluvias.