Un tribunal de Japón condenó el martes 12 de diciembre a tres exmilitares a dos años de prisión cada uno por agredir sexualmente a una colega en 2021, un caso que se ha convertido en un nuevo símbolo del movimiento.

La ex soldado Rina Gonoi, de 24 años, causó una rara conciencia nacional en Japón el año pasado al afirmar en voz alta que había sido acosada y agredida sexualmente regularmente cuando estaba en el ejército. Ante la inacción de su jerarquía y el rechazo de una primera denuncia ante los tribunales, la joven decidió hacer pública su situación a través de las redes sociales, una iniciativa rarísima en Japón. Su grito de auxilio llamó mucho la atención y, bajo presión, el Ministerio de Defensa reabrió el expediente y admitió, tras una investigación interna, que Rina Gonoi decía la verdad. Posteriormente se abrieron juicios civiles y penales.

La parte penal del caso decidido el martes se centró en tres exmilitares acusados ​​de haber simulado tener relaciones sexuales con Rina Gonoi bajo coacción en 2021, manteniéndola acostada y con las piernas abiertas, mientras otros colegas masculinos observaban la escena riendo. Verse obligada a hacer pública su desgracia fue una solución de “último recurso”, aseguró Rina Gonoi en una entrevista con la AFP a principios de 2023, afirmando que estaba más “desesperada que valiente”. Sus revelaciones provocaron que más de mil otras víctimas, hombres y mujeres, denunciaran a su vez actos de acoso o violencia sexual en el ejército japonés.