Un cohete de una empresa privada japonesa explotó segundos después de despegar en el oeste de Japón el miércoles, un revés para la industria aeroespacial del país que busca hacerse un lugar en el floreciente mercado mundial de servicios espaciales. Esta misión inaugural de la start-up Space One tenía como objetivo poner en órbita un satélite del gobierno japonés, lo que habría sido la primera vez para una empresa privada japonesa.
Bautizado como “Kairos” y con 18 metros de altura, el cohete de combustible sólido despegó el miércoles a las 11:01 hora japonesa (02:01 GMT) desde el polígono de lanzamiento de Space One, al final de la península de Kii, en el departamento de Wakayama. (oeste), zona montañosa y boscosa. Pero pocos segundos después de su lanzamiento, el cohete se transformó en una bola de fuego, un espeso humo invadió el lugar de lanzamiento y los restos en llamas del aparato cayeron sobre las laderas circundantes, lo que provocó la intervención de los bomberos.
En un comunicado, Space One dijo que tuvo que tomar “medidas para cancelar el vuelo” poco después del despegue e investigar las razones del fallo. El revés es un duro golpe a la ambición de Japón de desempeñar rápidamente un papel más importante en el mercado mundial de servicios de lanzamiento espacial. El gobierno japonés también desea poder enviar rápidamente pequeños satélites al espacio en caso de que surjan problemas con sus satélites espía que ya están en órbita.
Space One había pospuesto cinco veces su misión inaugural, tras haber experimentado dificultades en el suministro de piezas debido a la pandemia de Covid-19 y luego a la invasión rusa de Ucrania. Esta start-up fue fundada en 2018 por un consorcio de empresas japonesas entre las que se encontraban Canon Electronics, IHI Aerospace y el grupo constructor Shimizu, así como el Banco de Desarrollo de Japón, una institución financiera estatal.
La agencia espacial japonesa Jaxa ha logrado recientemente varios éxitos importantes: su nuevo lanzador pesado H3 despegó con éxito el mes pasado, y en enero su pequeño módulo SLIM aterrizó en la Luna, una primicia histórica para Japón. Pero el H3, que permitiría a Japón competir en particular con el Falcon 9 de la empresa estadounidense SpaceX, sufrió dos primeros fallos embarazosos en 2023. Otro modelo más pequeño del Jaxa, el Epsilon, también ha sufrido reveses desde 2022.
El alcalde de Kushimoto, una pequeña ciudad de 15.000 habitantes cercana al lugar de lanzamiento de Space One, expresó el miércoles su sorpresa y decepción a la prensa. “Ni siquiera me había imaginado” este escenario, dijo Katsumasa Tashima después de que el cohete explotara mientras los residentes se reunían en una playa cercana para observar el lanzamiento. Pero «queremos seguir ofreciendo nuestra ayuda para que el primer cohete (de Space One) tenga éxito en su lanzamiento», añadió el electo.