(Londres) Debilitado por la política monetaria acomodaticia japonesa, el yen alcanzó un nuevo mínimo desde 1986 frente al dólar, alimentando la especulación sobre una nueva intervención de las autoridades para respaldar su moneda.
Alrededor de las 07:45 (hora del Este), la moneda japonesa perdió un 0,37% frente al dólar, hasta 160,30 yenes por dólar, poco después de alcanzar los 160,39 yenes, un mínimo frente al dólar desde diciembre de 1986.
El yen también cayó un 0,10% frente a la moneda única europea, hasta 171,28 yenes por euro.
Al cruzar una vez más el nivel de 160 yenes por dólar para caer aún más, la moneda japonesa evoluciona a niveles similares a los que habían generado las anteriores intervenciones de Tokio en el mercado de divisas.
Según los observadores, las autoridades japonesas actuaron por primera vez el 29 de abril, cuando el dólar alcanzó los 160,17 yenes, el nivel más bajo frente al dólar desde 1990, y luego el 2 de mayo.
A finales de mayo, el Ministerio de Finanzas reveló que Japón había liberado alrededor de 62.000 millones de dólares entre finales de abril y finales de mayo para respaldar su moneda.
En este punto, «es posible que los operadores intenten hacer bajar el yen para poner a prueba la determinación de las autoridades japonesas», dijo David Morrison, analista de Trade Nation.
La moneda japonesa está muy debilitada por la política monetaria acomodaticia del Banco de Japón (BoJ), que no puso fin hasta marzo a los tipos negativos que venía practicando desde 2016, a diferencia de otros bancos centrales que están subiendo los suyos desde hace dos años. de inflación.
Por su parte, el dólar también avanzó frente a la moneda única, que perdió un 0,27%, hasta 1,0685 dólares.
El martes en Londres, la gobernadora de la Reserva Federal (Fed), Michelle Bowman, citada por el Financial Times, dijo que seguía «dispuesta a subir» los tipos de nuevo «si el progreso en materia de inflación se detiene o incluso se revierte» en Estados Unidos, es decir, si los precios se estancan o se aceleran nuevamente.
Estas declaraciones «reflejan el debate en el seno de la Reserva Federal sobre si el banco central (estadounidense) puede comenzar a reducir los tipos de interés este año, o incluso antes de las elecciones presidenciales de noviembre», señaló John Plassard, analista de Mirabaud.
En este contexto, los próximos datos de inflación del viernes serán objeto de especial atención por parte del mercado.