Activistas de Juventud por el Clima rociaron con sangre falsa, en la noche del miércoles al jueves, los anillos olímpicos instalados en la explanada del Hôtel de Ville de París para denunciar «la aberración del proyecto social» que llevan los Juegos, supimos de concordantes fuentes.
“Se produjeron daños anoche, nuestros servicios fueron embargados y serán limpiados”, confirmó a la AFP el Ayuntamiento de París, que no desea presentar una denuncia.
Los Juegos Olímpicos de París entraron oficialmente el miércoles en su último año de preparativos antes de la ceremonia de apertura prevista para el 26 de julio de 2024. Los activistas de Youth for Climate (YFC) Île-de-France, rama francesa de «Fridays for Future», justificaron su » punch» acción en Twitter, rebautizada como «X», por un deseo de denunciar simbólicamente «el costo humano, ecológico y social de los Juegos Olímpicos de París y el proyecto social resultante».
Los Juegos Olímpicos de París “son el ejemplo perfecto de sportwashing. El movimiento olímpico pretende albergar un impulso de solidaridad, unidad y lucha contra las desigualdades raciales y de género. En realidad, no es así”, desarrollaron en una nota de prensa, atacando a su fundador, Pierre de Coubertin, fustigando su “pensamiento eugenésico, racista y nazi”.
Denuncian el desorden, la «contaminación monstruosa» del evento que generará «1,56 millones de toneladas» de CO2 equivalente, pero también el «aumento de la vigilancia» de la población con los Juegos, las muertes en las obras o incluso un «entretenimiento destinado a los más ricos». Los organizadores de los Juegos Olímpicos han anunciado que quieren reducir las emisiones de CO2 a «la mitad» en comparación con los Juegos Olímpicos de verano anteriores, una ambición aclamada por los observadores, pero que carece de detalles.
Preguntado por AFP, el Ayuntamiento de París invitó a los activistas a venir a “discutir”, asegurando que su puerta estaba “abierta”. “La Ciudad lleva varios años comprometida en la lucha contra la inacción climática”, aseguró, citando entre otras cosas “la reducción del lugar del automóvil para luchar contra la contaminación del aire, el desarrollo de la movilidad blanda”, o incluso una “gran obra de descontaminación del Sena y revegetación del espacio público».