Ante el Tribunal de lo Penal de Bruselas, Salah Abdeslam declaró este martes que tenía la intención de «ir a Siria» tras los atentados de París. Único superviviente de los comandos yihadistas que mataron a 130 personas el 13 de noviembre de 2015 en París, ya había sido condenado en Francia a cadena perpetua y ahora comparece en Bélgica con ocho coacusados. Sobre los atentados que mataron a 32 personas el 22 de marzo de 2016 en Bruselas, fue cuestionado por el presidente del tribunal, Laurence Massart, sobre un documento en el que decía querer «terminar el trabajo», tras los atentados de París.
“Estas son solo palabras. Hay un margen entre las palabras y la acción”, defendió Abdeslam, que niega su implicación en estos atentados organizados por la misma célula del grupo Estado Islámico que los del 13 de noviembre de 2015 en París. Salah Abdeslam aseguró haber escrito este texto «un mes o mes y medio» después de los atentados de París para «dar seguridades» a sus líderes que tenían dudas cuando les explicó que había sobrevivido porque su cinturón explosivo había estallado. encontrado como «defectuoso». No los nombró, simplemente dijo que «ya no eran de este mundo».
Luego, escondido en Bruselas, donde había podido huir, había expresado su deseo de «ir a Siria». “Me preguntaron si estaba listo para operarme yo solo, si me daban un Kalashnikov por ejemplo. Fui categórico, dije que no lo haría. Fue entonces cuando me dijeron: ‘Encontraremos la manera de que vayas a Siria, no tienes nada que hacer aquí'», dijo.
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Salah Abdeslam fue condenado en Francia a cadena perpetua incomprensible -la pena más grave posible- por su papel en los atentados del 13 de noviembre de 2015 que dejaron 130 muertos. En el juicio de París, explicó que había «renunciado» a disparar su cinturón explosivo en un bar parisino la noche de los ataques, por «humanidad». La investigación reveló que este cinturón, abandonado al sur de la capital, estaba defectuoso.
Detenido en Bruselas el 18 de marzo de 2016, cuatro días antes del doble atentado islamista en el aeropuerto de Zaventem y en el metro, Abdeslam niega tener conocimiento de estos planes de atentados. “Fui sentenciado a cadena perpetua, ya sea que me sentencien o no, no hace ninguna diferencia para mí. Si me estoy defendiendo hoy es por principio”, declaró ante el tribunal.
Para la fiscalía, el francés ciertamente fue encarcelado el pasado 22 de marzo, pero no podía ignorar que se preparaban otros atentados tras haber compartido durante meses el día a día de miembros de la célula yihadista en la capital belga.